Unos 50 porteros a su cargo

"Si realmente fuera un matón de la noche o manejara drogas, ¿iría con este utilitario de segunda mano?". Rafi Beyham Remzi, más conocido por Ivo el búlgaro, siempre hacía la misma pregunta a los que le preguntaban por sus labores de extorsión y de control de la noche. Aseguraba mantener "una vida normal", pero no dudaba en mandar mensajes amenazantes a todo aquel que se interpusiera en su camino. Era frecuente verle rodeado de compatriotas de gran porte o de españoles fichados en gimnasios de la capital, que le acompañaban en sus salidas. "No soy un tipo problemático. Si tienen a...

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"Si realmente fuera un matón de la noche o manejara drogas, ¿iría con este utilitario de segunda mano?". Rafi Beyham Remzi, más conocido por Ivo el búlgaro, siempre hacía la misma pregunta a los que le preguntaban por sus labores de extorsión y de control de la noche. Aseguraba mantener "una vida normal", pero no dudaba en mandar mensajes amenazantes a todo aquel que se interpusiera en su camino. Era frecuente verle rodeado de compatriotas de gran porte o de españoles fichados en gimnasios de la capital, que le acompañaban en sus salidas. "No soy un tipo problemático. Si tienen algo contra mí, que me lo digan, que me detengan", se obstinaba en decir, seguro de que la policía no podría detenerle. Su suerte cambió ayer por orden del juez Santiago Torres.

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Ivo llegó a España con 19 años. Siempre ha trabajado como portero. Primero en Trocadero, en Huertas. Después, en Apolo. Y luego fundó la empresa Apolo Check. A su cargo tiene unos 50 porteros, que vigilan dos clubes y cinco bares de copas en la plaza del Carmen (Centro), según explicó hace unos meses a EL PAÍS. Poco a poco sus tentáculos buscaban lograr más locales.

Físicamente, no aparenta ser un portero de discoteca. Mide 1,70 metros, pero en cuanto se quita el abrigo, luce unos potentes bíceps. Se entrenaba en un gimnasio privado de Las Rozas. En los ambientes nocturnos tenía fama de ser muy violento y de solventar los problemas de la forma más radical posible. El juez sustituto de Coslada, Carlos Nogales, estuvo en su boda.

La detención de ayer no es la primera vez para Ivo. A principios de 2009 se entregó voluntariamente en un juzgado de Gandía (Valencia). Le acusaban de extorsiones y un largo etcétera de delitos, entre ellos el secuestrar y dar una paliza a un compatriota.

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