La calidad como único criterio

Un único objetivo común: el cine de calidad. Son luego las propuestas las que difieren entre sí. De esta manera se presenta el grueso de la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián, la de los filmes extranjeros, que fue anunciada ayer. El cine radical competirá por la Concha de Oro con otros títulos de autor más dirigidos al público y también con propuestas claramente comerciales. Esa es la mezcla que ha buscado el nuevo director del certamen, José Luis Rebordinos, que se estrena en el cargo en la próxima edición, la número 59, que se inaugura el 16 de septiembre. En total, 11 pro...

Un único objetivo común: el cine de calidad. Son luego las propuestas las que difieren entre sí. De esta manera se presenta el grueso de la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián, la de los filmes extranjeros, que fue anunciada ayer. El cine radical competirá por la Concha de Oro con otros títulos de autor más dirigidos al público y también con propuestas claramente comerciales. Esa es la mezcla que ha buscado el nuevo director del certamen, José Luis Rebordinos, que se estrena en el cargo en la próxima edición, la número 59, que se inaugura el 16 de septiembre. En total, 11 producciones extranjeras de diferentes países y estilos. A falta de anunciar los filmes españoles que participarán en la sección oficial, además del filme de clausura y algún que otro título que queda todavía por determinar, la sección oficial del Zinemaldia se presenta potente y plural.

Entre los directores anunciados están el británico Terence Davies, el japonés Hirokazu Kore-eda, el mexicano Arturo Ripstein, la estadounidense Sarah Polley o la francesa Julie Delpy. Davies llevará a San Sebastián The deep blue sea, protagonizada por Rachel Weisz. El filme de Davies, basado en la obra teatral de Terence Rattigan, es una historia sobre el conflicto emocional que vive una mujer casada que se enamora de otro hombre. Kore-eda, que compite por cuarta vez en San Sebastián, presentará Kiseki (I wish), sobre el deseo de un niño de reunirse con su hermano que vive a kilómetros de distancia.

El mexicano Arturo Ripstein conoce bien el festival donostiarra. Ganó la Concha de Oro en dos ocasiones -con Principio y fin (1993) y con La perdición de los hombres (2000)-, además de obtener el Premio Especial del Jurado por Un lugar sin límites en 1978. Ripstein llevará Las razones del corazón, una personal adaptación de varios capítulos de Madame Bovary.

Son cuatro las películas dirigidas por actores que se presentarán en la sección oficial. La intérprete Sarah Polley presentará su segundo largometraje, Take this waltz, un drama romántico protagonizado por Michelle Williams y Seth Rogen. La también actriz Julie Delpy lo hará con su cuarto filme como realizadora, Le skylab, una comedia ambientada en los años setenta que también protagoniza. Junto a ellas, el intérprete francés Mathie Demy, que debuta en la dirección con Americano, o la argentina Ana Katz, que lo hará con Los Marziano.

Los otros títulos anunciados, tras visionar unos 1.300, son 11 flowers, de Wang Xiaoshuai; Sangue do meu sangue, del portugués João Canijo; la cinta griega Adikos cosmos, de Filippos Tsitos, y Happy end, del sueco Björn Runge.

"Hemos buscado una programación ecléctica con el objetivo de obtener una buena mezcla de cine de calidad y propuestas diferentes", reconocía ayer telefónicamente Rebordinos, que resaltaba la mala suerte de que su estreno en San Sebastián haya coincidido con la delicada situación económica, pero también la suerte de estar ante un año de muy buen cine. "Hemos tenido la posibilidad de poder elegir entre una oferta mucho mejor que en ediciones anteriores. Soy prudentemente optimista ante esta selección".