Misa 'en rebeldía' en Fuenlabrada

El cura apartado de su parroquia, dispuesto a llevar su caso hasta el Vaticano

La modesta parroquia de ladrillo visto de Nuestra Señora de Fátima, en Fuenlabrada, estaba ayer mucho más concurrida de lo habitual para un jueves por la mañana. Desde primera hora decenas de feligreses y vecinos se acercaron al templo para arropar a su cura, movilizados contra una decisión que consideran "injusta". El sacerdote Andrés García Torres dio misa a pesar de que la Iglesia le había apartado de sus funciones, según afirma, por haber mantenido una supuesta relación homosexual con un seminarista. No tiene intención de marcharse. "Si hace falta, iré hasta Roma", advirtió a la salida rod...

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La modesta parroquia de ladrillo visto de Nuestra Señora de Fátima, en Fuenlabrada, estaba ayer mucho más concurrida de lo habitual para un jueves por la mañana. Desde primera hora decenas de feligreses y vecinos se acercaron al templo para arropar a su cura, movilizados contra una decisión que consideran "injusta". El sacerdote Andrés García Torres dio misa a pesar de que la Iglesia le había apartado de sus funciones, según afirma, por haber mantenido una supuesta relación homosexual con un seminarista. No tiene intención de marcharse. "Si hace falta, iré hasta Roma", advirtió a la salida rodeado de parroquianos.

El cura tiene claro que llegará hasta el final para demostrar que ha sufrido un "trato vejatorio" por parte del Obispado de Getafe, que le le obligó a someterse a un "peritaje psiquiátrico". El médico le prescribió, entre otras cosas, una prueba de detección del VIH.

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La prelatura negó ayer haberle impuesto ir a terapia -"si él ha acudido ha sido de manera voluntaria", sostuvo en un comunicado-, lo que contradice la carta que el obispo le envió el 11 de noviembre. La misiva dice: "Decretamos imponer, sin dilación alguna, las siguientes medidas cautelares". La cuarta de ellas establece "designar a un perito psiquiatra para que proceda a un peritaje directo sobre el sacerdote afectado", y "nos presente informe del periciado y la terapia que proceda en este caso".

El párroco presentó el pasado 27 de junio un recurso contra la orden que le cesa, que considera "inválida" porque no está "suficientemente motivada". Si la diócesis no atiende a sus razones, está dispuesto a llevar su caso al Vaticano."Si Roma me dice que me vaya, yo me voy". A su lado, Faustina Nicolás, una de las fieles, añadía emocionada: "Todo es falso, ¿por qué le hacen esto?".

El sacerdote Ángel García Torres a su entrada en la capilla de la parroquia para dar misa.CLAUDIO ÁLVAREZ
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