CiU también manda ya en Girona

El convergente Puigdemont pide a la oposición en su investidura que no le ponga "palos en las ruedas"

Tras 32 años de hegemonía socialista en Girona y con un mes de retraso por los recursos presentados por ERC sobre el escrutinio electoral, el nuevo alcalde de la ciudad tomó ayer posesión de su cargo. El convergente Carles Puigdemont, de 48 años, periodista de profesión, se convirtió en el primer alcalde de Girona que no sale de las filas del Partit dels Socialistes (PSC). Puigdemont prometió el puesto arropado por figuras de su partido como Irene Rigau, consejera de Enseñanza, y Oriol Pujol, portavoz parlamentario de Convergència i Unió (CiU).

No hubo sorpresas en las votaciones. Puigd...

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Tras 32 años de hegemonía socialista en Girona y con un mes de retraso por los recursos presentados por ERC sobre el escrutinio electoral, el nuevo alcalde de la ciudad tomó ayer posesión de su cargo. El convergente Carles Puigdemont, de 48 años, periodista de profesión, se convirtió en el primer alcalde de Girona que no sale de las filas del Partit dels Socialistes (PSC). Puigdemont prometió el puesto arropado por figuras de su partido como Irene Rigau, consejera de Enseñanza, y Oriol Pujol, portavoz parlamentario de Convergència i Unió (CiU).

No hubo sorpresas en las votaciones. Puigdemont salió elegido con los 10 votos de los regidores de CiU. Tanto los siete concejales del PSC como los tres del PP, los dos de ICV y los tres de la CUP votaron a sus cabezas de lista. Puigdemont tuvo palabras de agradecimiento para el primer alcalde de la ciudad, Joaquim Nadal (PSC), presente en el pleno, al igual que la alcaldesa saliente Anna Pagans, por el "impulso" dado a Girona en sus años de gobierno. El nuevo alcalde habló en tono conciliador con los demás grupos e instó a todas las fuerzas políticas a llegar a acuerdos, aunque también les exigió que no pongan "palos en las ruedas" a su gestión.

Puigdemont pidió a los funcionarios del Ayuntamiento que no tengan "reservas" para participar en la gestión municipal y les lanzó un guiño al reconocer la "incertidumbre" que pueden sentir en el comienzo de una nueva etapa tras más de tres décadas de gobierno socialista en Girona.

La principal líder de la oposición, la socialista Pia Bosch, cuya formación perdió tres concejales en los últimos comicios, aprovechó su discurso para recalcar que su partido intentará defender a los ciudadanos de "los recortes que les amenazan", en referencia a la política de restricción presupuestaria de la Generalitat.

Todos los portavoces reiteraron el objetivo de trabajar juntos para superar la "profunda crisis económica" por la que pasa la ciudad, en palabras de Joan Olóriz, regidor de ICV (que ha perdido un concejal de los tres que tenía en el anterior mandato).

La líder del PP, Concepción Veray, reprochó a Puigdemont la asunción de prioridades que nada tienen que ver con la situación económica, en referencia a su decisión de entrar en la nueva asociación de municipios independentistas de Cataluña. "Esa no es una prioridad para la gente de Girona, y usted nos representa a todos", le espetó Veray. Jordi Navarro, cabeza de lista de la CUP, que ha entrado por primera vez en el Consistorio, con tres regidores, manifestó su intención de pedir que se retire de la sala de plenos el cuadro del Rey. Además del vuelco en el gobierno, los resultados del 22 de mayo han provocado otro cambio en el panorama político de Girona: la salida de ERC del Consistorio, que se quedó fuera por un solo voto por estar acompañado de una estampa del fundador del Opus Dei.

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