La plantilla de Mercedes rechaza los recortes que pide la dirección para lograr otro contrato
El comité de empresa de la planta de la multinacional alemana Mercedes de Vitoria consideró ayer "inaceptables" los recortes planteados por la dirección como condición indispensable para asumnir la fabricación de uno de los nuevos vehículos de la marca, la furgoneta VS20.
El director de la planta, Emilio Titos, precisó el miércoles en Stuttgart que será precisa una rebaja del 10% de los costes laborales, del 25% de los de material y del 20% en energía para que la planta de Vitoria "tenga futuro".
El presidente del comité de empresa, José Antonio Moreno, de UGT; el portavoz de ELA...
El comité de empresa de la planta de la multinacional alemana Mercedes de Vitoria consideró ayer "inaceptables" los recortes planteados por la dirección como condición indispensable para asumnir la fabricación de uno de los nuevos vehículos de la marca, la furgoneta VS20.
El director de la planta, Emilio Titos, precisó el miércoles en Stuttgart que será precisa una rebaja del 10% de los costes laborales, del 25% de los de material y del 20% en energía para que la planta de Vitoria "tenga futuro".
El presidente del comité de empresa, José Antonio Moreno, de UGT; el portavoz de ELA, Igor Gevara, y el de LAB, Iñaki Anda, aseguró: "No podemos aceptar recortes para esta plantilla", y menos cuando las condiciones que propone la dirección "son retrógradas" en aspectos como flexibilidad, movilidad, jornada y aspectos salariales. Junto a ellos comparecieron ante la prensa los delegados del resto de centrales presentes en el comité.
El comité sostiene que "la empresa busca obtener obscenos beneficios"
UGT cuenta con ocho delegados. mientras que ELA tiene siete, LAB cuatro, CC OO tres, Ekintza dos y CGT, USO y ESK uno cada una. Los representantes de la plantilla, que suma 3.200 empleados, explicaron que quieren que el nuevo modelo se produzca en Álava, pero "no a cualquier precio".
A juicio del comité, la dirección "pretende maximizar sus beneficios" a costa de que los empleados trabajen tres días más al año y de ampliar la flexibilidad a 25 jornadas, además de la movilidad funcional, sin que ello tenga ningún tipo de compensación económica.
La dirección quiere además desvincular la revisión salarial del IPC, eliminar los pluses derivados de la flexibilidad y congelar el resto. "Además de obtener beneficios por vender furgonetas, la empresa quiere también obtener obscenos beneficios de empeorar las condiciones laborales actuales de la plantilla", señalaron.
El comité abundó que la intención de la dirección de "imponer unas determinadas condiciones para la fabricación del nuevo vehículo solo se justifican por una avaricia empresarial desmesurada" y por la "oportunidad que le brinda la actual situación de crisis económica".
La empresa y el comité retomarán las negociaciones el próximo martes, después de casi un mes de parón en las conversaciones. "Los próximos días van a ser cruciales", indicaron los reprsentantes de los trabajadores, que no descartaron "movilizaciones si la empresa no rebaja sustancialmente sus planteamientos". Para el comité, el convenio de Mercedes es un ejemplo para Álava, por lo que aceptar las condiciones de la dirección podría estimular que suceda lo mismo en otras empresas.