Cosas del culto
- El guardaespaldas. Antoni Vives es candidato de CiU y alto. Muchos de los que lo ven acompañando a Xavier Trias piensan que es uno de sus guardaespaldas. Ayer, en el barrio de la Ribera, Trias fue increpado por vecinos. Vives se puso junto a ellos, aunque no buscaba intimidarles. De hecho, hay quien asegura que, más que guardaespaldas, es su vigilante por encargo de Artur Mas.
- Prohibiciones. Alberto Fernández (PP), cuyo partido acusa al PSOE de prohibirlo todo, hizo ayer nueve propuestas de prohibición: la prostitución, el top manta y la mendicidad, entre otras. En los prim...
- El guardaespaldas. Antoni Vives es candidato de CiU y alto. Muchos de los que lo ven acompañando a Xavier Trias piensan que es uno de sus guardaespaldas. Ayer, en el barrio de la Ribera, Trias fue increpado por vecinos. Vives se puso junto a ellos, aunque no buscaba intimidarles. De hecho, hay quien asegura que, más que guardaespaldas, es su vigilante por encargo de Artur Mas.
- Prohibiciones. Alberto Fernández (PP), cuyo partido acusa al PSOE de prohibirlo todo, hizo ayer nueve propuestas de prohibición: la prostitución, el top manta y la mendicidad, entre otras. En los primeros casos, dijo, hay que castigar a quien paga. En el tercero, no; lo manda Dios. O sea: en nombre de Dios se puede ser incívico.
- Candidato a candidato. Puigcercós fue ayer a Girona y una mujer, tras mirarlo, le espetó: "Por la tele se le ve más joven". Quizás por eso Jordi Portabella quiere jubilarlo. Ayer anunció que dirá si opta a sustituirle al frente de ERC una semana después de las elecciones, según sean los resultados.
- Culto al líder. Ciutadans repite banderolas de las autonómicas en Girona. Sus anuncios repiten el eslogan de noviembre (Rebélate) y la foto de Albert Ribera. ¿Ahorro o culto al líder?
- Coincidencias. Joan Herrera (ICV) va a Cunit a tomar café con representantes vecinales en La Cantonada, el mismo local elegido por la alcadesa, Judith Alberich (PSC), para una comida con colaboradores. Los vecinos entran, ven a la alcaldesa, la saludan y luego acuden a la mesa de Herrera, que no disimula su incomodidad.