La apuesta transversal del PP

Desde que en noviembre de 2009 Borja Sémper se hizo cargo de su dirección, el PP guipuzcoano se ha esforzado en mostrar un perfil claramente transversal en la provincia en la que peor situación política tenía de entrada. Sémper ha sido uno de los principales exponentes del discurso abierto al centro que el PP vasco ha querido convertir en una de sus señas de identidad desde que Antonio Basagoiti se pusiese a su frente poco más de un año antes.

Tres meses después de la elección de Sémper, el PP y el PNV normalizaban sus relaciones políticas en Guipúzcoa tras más de dos años de incomunica...

Desde que en noviembre de 2009 Borja Sémper se hizo cargo de su dirección, el PP guipuzcoano se ha esforzado en mostrar un perfil claramente transversal en la provincia en la que peor situación política tenía de entrada. Sémper ha sido uno de los principales exponentes del discurso abierto al centro que el PP vasco ha querido convertir en una de sus señas de identidad desde que Antonio Basagoiti se pusiese a su frente poco más de un año antes.

Tres meses después de la elección de Sémper, el PP y el PNV normalizaban sus relaciones políticas en Guipúzcoa tras más de dos años de incomunicación. Y varios han sido los gestos en los que los populares mostraban su disposición a llegar a acuerdos sobre proyectos para el desarrollo provincial. Hace ahora un año, por ejemplo, el PP planteaba por vez primera un gran pacto a PNV y PSE para acordar políticas comunes en fiscalidad o infraestructuras. Y en diciembre resolvía, también por vez primera, no presentar una enmienda a la totalidad a los presupuestos guipuzcoanos.

Ahora, con las elecciones a dos meses vista, el PP quiere reforzar esa imagen de que es capaz de "tender puentes" con otros partidos, como ayer destacó el propio Sémper en la presentación de la lista de su partido a las Juntas Generales, que encabeza Juan Carlos Cano, una candidatura que representa a un PP "abierto y nada sectario".

En Guipúzcoa es donde el PP tiene más interés en evitar la idea de que se va a repetir el acuerdo que le une a los socialistas en apoyo de Patxi López. "Si apostamos por el cambio, el principal es relevar a quien lleva 20 años como alcalde", apuntan fuentes populares, en alusión a las dos décadas que Odón Elorza lleva al frente del Ayuntamiento donostiarra. El PP considera que con Elorza no tiene prácticamente nada que hacer, pero piensa al tiempo que en Guipúzcoa no existe un acuerdo de partida entre las diferentes formaciones en defensa de los principales proyectos que necesita la provincia. La idea central, por tanto, de la campaña de los populares guipuzcoanos para el 22-M pasaría así por enfatizar la gestión por encima de la ideología y, aun evitando comprometerse de entrada a ningún acuerdo, dejar la puerta abierta a pactos con el PNV en aquellos lugares en que pudiese resultarle interesante.

El PP da por sentado que ganará al PNV en San Sebastián y aspira, aun reconociendo su dificultad, a batir a Elorza. Y en el conjunto de Guipúzcoa parte con intención de "influir en la gestión" del futuro Gobierno foral, aunque la posible presencia de una candidatura de la izquierda abertzale desdibujaría sus cuentas.

Basagoiti, presente en el acto, abundó en ese esquema al recalcar que "el debate que necesita hoy Euskadi" es el económico y no el de la legalización de Sortu.