Estafa piramidal con oro y petróleo

Una mujer defrauda al menos 2,5 millones a un centenar de inversores

Francisca entra en una cafetería del centro de Manresa. Nerviosa y excitada saluda a dos conocidas con las que había quedado, Inmaculada y Dolors. En la mesa también hay sentadas otras personas desconocidas con las que pronto establecerá una estrecha relación. Y es que todas ellas tienen en común el haber sido víctimas de una estafa, perpetrada presuntamente por Maite V. O., que desde el pasado diciembre está en prisión.

La detenida, de 56 años, había trabajado en un banco pero en 2006 decidió dedicarse a hacer inversiones por su cuenta. Maite captaba personas con recursos y les ofrecía...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Francisca entra en una cafetería del centro de Manresa. Nerviosa y excitada saluda a dos conocidas con las que había quedado, Inmaculada y Dolors. En la mesa también hay sentadas otras personas desconocidas con las que pronto establecerá una estrecha relación. Y es que todas ellas tienen en común el haber sido víctimas de una estafa, perpetrada presuntamente por Maite V. O., que desde el pasado diciembre está en prisión.

La detenida, de 56 años, había trabajado en un banco pero en 2006 decidió dedicarse a hacer inversiones por su cuenta. Maite captaba personas con recursos y les ofrecía invertir en oro y petróleo, una operación con la que los inversores obtendrían un sustancioso interés del 20%, e incluso del 60% en algunos casos. Era una oferta jugosa y las dudas que pudiera despertar entre los clientes potenciales se disipaban, ya que siempre recomendaba la operación un familiar o conocido de confianza que ya invertía.

"Durante un año la he llamado a diario para reclamarle el dinero", dice Josep
Maite V. O. prometía a los inversores entre el 20% y el 60% de interés
Mari, de 55 años, cobró al principio, pero no ha visto sus 200.000 euros

Al principio de la relación con el cliente, Maite pagaba los intereses para darle confianza y animarle a meter en el ajo a nuevos amigos y familiares. Y así sucesivamente. Pero el problema aparecía pocos meses después, cuando la presunta estafadora empezaba a demorarse en los pagos. Según sus víctimas, utilizaba un amplio catálogo de excusas para no pagar, "desde que tenía las cuentas en Nueva York y que aquel día era fiesta y los bancos estaban cerrados, que tenía que ir a buscar el dinero a Andorra, que se había roto el brazo". Tras mucho insistir, los clientes lograban que les hiciera un cheque, pero resultaba que no tenía fondos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Todavía no se conoce la magnitud total de esta estafa piramidal. De momento, un grupo de 15 personas presentó el pasado octubre una denuncia contra Maite V. O. para reclamarle una deuda de 800.000 euros. Durante la vista ante el juez, la acusada presentó una lista de 44 clientes, que los denunciantes consideran incompleta. Con todo, la abogada de la acusación, Rosario Molina, apunta que podrían tratarse de cerca de un centenar de afectados y que la deuda podría elevarse hasta los 2,5 millones de euros. La mayoría de víctimas son vecinos de Manresa y de otros municipios del Bages. También han aparecido afectados en Terrassa y Barcelona. Son principalmente personas de clase media y alta, "desde empresarios, gente mayor, profesionales..., hay de todo", apunta la letrada. Una de ellas es Francisca Rosúa, jubilada de 67 años, que en enero de 2009 invirtió 24.000 euros, porque una amiga se lo recomendó. Le prometieron ganar 600 euros al mes. Solo cobró 1.100 euros en intereses, pero no ha recuperado el capital. Francisca se lamenta de las noches sin dormir y de las discusiones familiares que le ha originado esta situación y afirma sentir "impotencia por haber sido tan tonta y haberme dejado engañar de esta manera".

Sentadas a su lado, en la mesa de la cafetería hay otras víctimas con experiencias muy similares. Mari, de 55 años, conocía a la presunta estafadora desde pequeña y habían ido juntas a la escuela. A finales de 2006 empezó a hacer inversiones reiteradas porque veía que el sistema funcionaba, hasta que empezaron las demoras y excusas en 2009. Le deben unos 200.000 euros. También espera recuperar su dinero Josefina, de 84 años, que invirtió 18.000 euros que guardaba para su pensión.

Josep, de 44 años, acostumbrado a invertir en Bolsa y a hacer inversiones de riesgo, reconoce que invirtió 30.000 euros "a ciegas, porque me lo recomendó una persona de mi confianza". Aparte del dinero perdido, Josep y el resto de víctimas destacan que lo peor de toda la estafa es "el mal psicológico". "He estado un año llamando hasta 20 veces cada día a Maite para reclamarle el dinero. Si desde el primer día me hubiera dicho que había perdido el dinero me habría quedado más tranquilo. Pero lo peor han sido la espera y las mentiras constantes", comenta Josep.

En la mesa también se encuentra Dolors, de 62 años, la desencadenante del proceso judicial. En febrero de 2010 decidió invertir 6.000 euros que tenía guardados para cubrir una deuda de su hijo que estaba en paro. Le prometieron que en un mes ganaría 1.000 euros. Pero llegó marzo y no cobró. Al darse cuenta que era una estafa, puso una denuncia contra Maite, que fue archivada. En septiembre interpuso una querella criminal, que todavía está en curso y se añade a la demanda colectiva del grupo de 15 afectados.

El pasado diciembre, un juez de Manresa dictó un auto de prisión preventiva contra Maite V. O, bajo una fianza de 50.000 que no hizo efectivos.

El juez considera probado el hecho de que la acusada "sabía que los cheques y pagarés entregados no tenían fondos". En la vista, la acusada reconoció que en algunos casos el dinero obtenido "mediante engaño" de los nuevos clientes "era destinado a cubrir las inversiones" de los más antiguos. El juez también destaca que la acusada se vendió parte del patrimonio "con ánimo de colocarse en una situación de insolvencia punible" y no para saldar las deudas que tenía. El juez justifica la prisión provisional en que "las elevadas penas que se le pueden imponer" a la acusada, que puede ser entre uno y seis años de prisión. José Ignacio Gallego, abogado de la acusada, ha declinado comentar el caso, pero asegura que la prisión provisional "es injusta" porque no hay riesgo de fuga.

Archivado En