El corte del vídeo del Faisán pudo deberse a un error

Tres guardias civiles admiten ante el juez la posibilidad de que los policías rebobinaran para ver imágenes grabadas antes

Los peritos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil tenían versiones distintas sobre los dos cortes encontrados en el vídeo del caso del chivatazo del bar Faisán. Los primeros los atribuyeron en su informe a la reutilización de la cinta o a su posible deterioro por haber sido borrada y regrabada varias veces antes. Los expertos de la Guardia Civil, sin embargo, concluyeron que esas interrupciones no fueron accidentales sino intencionadas o negligentes, es decir, que alguien, queriendo o sin querer, tocó un botón que interrumpió la grabación.

Ayer ambas versiones se acercaron. Los d...

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Los peritos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil tenían versiones distintas sobre los dos cortes encontrados en el vídeo del caso del chivatazo del bar Faisán. Los primeros los atribuyeron en su informe a la reutilización de la cinta o a su posible deterioro por haber sido borrada y regrabada varias veces antes. Los expertos de la Guardia Civil, sin embargo, concluyeron que esas interrupciones no fueron accidentales sino intencionadas o negligentes, es decir, que alguien, queriendo o sin querer, tocó un botón que interrumpió la grabación.

Ayer ambas versiones se acercaron. Los dos policías y los tres guardias civiles que analizaron la cinta acudieron al despacho del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. La declaración de los primeros duró apenas un cuarto de hora: el tiempo de ratificar ante el magistrado y los abogados de las partes el trabajo que habían realizado. El testimonio de los tres guardias, que también confirmaron su investigación y conclusiones, se alargó, sin embargo, más de una hora. La razón, según fuentes del caso, fueron las continuas preguntas de Ruz y los letrados sobre el reproductor de vídeo con el que realizaron el análisis -que fue mostrado al juez en su despacho- y sobre la intencionalidad o no de la manipulación de la cinta.

La Policía cree que se debió al uso y la Guardia Civil a que fue manipulado
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Al responder, los guardias civiles dieron más información que en su informe. La más importante es que admitieron la posibilidad de que los cortes se deban a un error. Confirmaron que las interrupciones pudieron deberse a que los policías que grabaron las imágenes hubieran decidido accionar los mandos del vídeo para rebobinar la cinta y ver imágenes grabadas anteriormente de interés para su investigación. También confirmaron que ninguno de los cortes se debe a que se hubieran grabado nuevas imágenes encima o a que la cinta fuera retocada con posterioridad.

El vídeo, que ha sido declarado secreto, no recoge el chivatazo, pues se trata de una imagen frontal de la puerta del bar en la que se ve a diversas personas entrar y salir. La cinta tiene dos cortes, pero ninguno de ellos coincide con el momento -entre las 11.20 y las 11.30 del 4 de mayo de 2006- en el que supuestamente se produjo el chivatazo.

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Se investiga si una de las personas que sale del bar en la cinta es el inspector José María Ballesteros que, según la investigación, habría entregado un teléfono al dueño y presunto miembro de la red de extorsión de ETA Joseba Elosua. A través de ese móvil, el jefe policíal del País Vasco, Enrique Pamiés, le informó supuestamente de la operación por órdenes del ex director general de la Policía Víctor García Hidalgo. Los tres fueron imputados por el juez Baltasar Garzón en 2006.

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