Trillo, el asesor
EL PAÍS ha publicado que el PP pagó a Trillo 70.000 euros para asesorar en la sombra a los que eran imputados del Yak-42. Las familias del Yak queremos expresar nuestra más enérgica repulsa. Trillo, el ministro que gestó la gran mentira del Yak-42 diciendo que los 62 militares estaban correctamente identificados, mintiendo a sus familias y a toda la sociedad española.
Siete años después, la sentencia firme de la Audiencia Nacional hizo emerger la verdad para consuelo de las familias y para vergüenza de Trillo y sus subordinados, el general Navarro, el comanda...
EL PAÍS ha publicado que el PP pagó a Trillo 70.000 euros para asesorar en la sombra a los que eran imputados del Yak-42. Las familias del Yak queremos expresar nuestra más enérgica repulsa. Trillo, el ministro que gestó la gran mentira del Yak-42 diciendo que los 62 militares estaban correctamente identificados, mintiendo a sus familias y a toda la sociedad española.
Siete años después, la sentencia firme de la Audiencia Nacional hizo emerger la verdad para consuelo de las familias y para vergüenza de Trillo y sus subordinados, el general Navarro, el comandante José Ramón Ramírez y el capitán Miguel Ángel Sáez: no solo no hicieron su trabajo, sino que engañaron y falsificaron 30 documentos públicos.
Y ahora sabemos que el PP paga dinero para "asesorar a los delincuentes" del caso Gürtel. El PP no puede proteger a delincuentes y dejar de lado a 62 militares que dieron la vida por su país. En todo caso, lo que debería hacer el PP es cesar a Trillo en las funciones de su partido para beneficio propio. En cuanto a las declaraciones de Dolores de Cospedal, exigimos que no relacione como "estrategia contra el Partido Popular" al Yak-42, ni a la memoria de sus 62 soldados. Las familias no olvidamos las palabras de Aznar diciendo "dejen en paz a los muertos". Las familias del Yak seguimos y seguiremos luchando por la verdad y la justicia para sus 62 familiares, evidentemente con honor y verdad, tal como aprendimos de los nuestros y desde luego sin afán político alguno.