Crónica:

Queda inaugurada la piedra un millón y pico

Aguirre visita entre abucheos un centro de salud a medio construir

Nunca el concepto primera piedra fue tan elástico. En primer término, Esperanza Aguirre, paleta en mano, realizando un fino trabajo de albañilería -"¡qué arte, presidenta!", le gritó, arrebatado, un vecino- para sellar con cemento una losa conmemorativa. Colocaba la primera piedra del centro de salud Maqueda, en Latina, o eso decía la convocatoria de prensa. Porque justo a su espalda se alzaba el edificio en cuestión, a medio construir, con la primera planta ya perfectamente visible. Esa piedra debía de ser, como poco, la número un millón.

A las arcas regionales hace tiempo que s...

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Nunca el concepto primera piedra fue tan elástico. En primer término, Esperanza Aguirre, paleta en mano, realizando un fino trabajo de albañilería -"¡qué arte, presidenta!", le gritó, arrebatado, un vecino- para sellar con cemento una losa conmemorativa. Colocaba la primera piedra del centro de salud Maqueda, en Latina, o eso decía la convocatoria de prensa. Porque justo a su espalda se alzaba el edificio en cuestión, a medio construir, con la primera planta ya perfectamente visible. Esa piedra debía de ser, como poco, la número un millón.

A las arcas regionales hace tiempo que se les ve el fondo. Pero las elecciones ya están ahí. Así que a falta de nuevos edificios que inaugurar, buenas son las primeras piedras, o segundas, o terceras. Aguirre repitió ayer la cantinela habitual: que ha construido 68 centros de salud desde que es presidenta. "Uno cada mes". El problema es que lleva diciendo eso desde julio, cuando inauguró el último, en Guadalix de la Sierra. El 68. Desde entonces, ha tenido que conformarse con primeras piedras, como el centro del PAU de Carabanchel o Maqueda.

La visita de ayer empezó mal. En cuanto Aguirre se bajó del coche oficial, una decena de vecinos de la asociación de Aluche desdoblaron sus pancartas caseras -"Hospital, ya" y "Mentirosa", decían- y empezaron a corear "¡Hospital de Carabanchel!", "Esperanza, cumple" y a preguntar dónde está el centro que prometió construir en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel. "¿Cómo, hospital?", se sorprendió Aguirre. "Pero si hoy venimos a este centro de salud, ¿es que no os parece bastante?". La presidenta se encaró con dos o tres vecinos: "Pero si no me da el terreno Rubalcaba", les repetía. La Consejería de Sanidad asegura que Interior aún no ha cedido el solar al Ayuntamiento de Madrid, que a su vez debe cederlo a la Comunidad. Lo que Aguirre no repitió ayer es que, después de firmar el convenio para que el Gómez Ulla tenga uso civil, ya no tiene intención de construir el otro hospital.

El acto siguió sin abucheos porque la escolta de la presidenta impidió el paso a los vecinos que protestaban y cerró con candado la entrada a la obra para dejarlos fuera. Se quejaban de que, pese a ser de una asociación vecinal, no les habían invitado. "Si somos nosotros, con nuestras manifestaciones, los que hemos conseguido que lo construyan", decía Julián Rebollo. El actual centro de salud de Maqueda es, probablemente, el peor de Madrid. Saturado, pequeño, sin ventilación, sin sillas suficientes... El nuevo, que entrará en funcionamiento el próximo verano, atenderá a los casi 29.000 ciudadanos de la zona en dos plantas y 23 consultas.

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