Rastreos en Padrón en busca de una mujer desaparecida

Salió de su lugar de trabajo, la piscina municipal de Padrón, para volver a su domicilio, pero nunca llegó. La Guardia Civil busca desde la mañana de ayer a Natividad Eitor Figueroa, de 27 años, desparecida desde el jueves al mediodía. La mujer dejó la piscina en la que trabaja como monitora sobre la una de la tarde y un amigo la acompañó hasta 50 metros de su casa, situada al lado del campo de fútbol de la localidad y a 200 metros de su lugar de trabajo. Desde entonces nada se ha vuelto a saber de ella. Un testigo cree haberla visto en un cajero de Padrón y ahora la Guardia Civil estudia las ...

Salió de su lugar de trabajo, la piscina municipal de Padrón, para volver a su domicilio, pero nunca llegó. La Guardia Civil busca desde la mañana de ayer a Natividad Eitor Figueroa, de 27 años, desparecida desde el jueves al mediodía. La mujer dejó la piscina en la que trabaja como monitora sobre la una de la tarde y un amigo la acompañó hasta 50 metros de su casa, situada al lado del campo de fútbol de la localidad y a 200 metros de su lugar de trabajo. Desde entonces nada se ha vuelto a saber de ella. Un testigo cree haberla visto en un cajero de Padrón y ahora la Guardia Civil estudia las imágenes registradas por la cámara de la entidad bancaria. La desaparecida tiene el móvil apagado desde el jueves y sus más allegados hablan de una chica alegre que nunca se había marchado sin avisar.

"Ahora estamos haciendo un pequeño barrido por las zonas que solía frecuentar", aseguran desde la Guardia Civil de Padrón, que ayer interrogaba al marido, familiares y amigos de la chica sin que por el momento tengan ninguna hipótesis sobre su desaparición. A falta de pistas, la Guardia Civil trata de descartar que se haya marchado por voluntad propia, revisando, por ejemplo, los billetes vendidos en las estaciones de autobús y de tren. "Se está rastreando aleatoriamente porque no tenemos todavía un lugar concreto de búsqueda", reconoce el alcalde de Padrón, Camilo Forján. En el momento de su desaparición, la mujer, de 1,65 metros de altura, vestía pantalón negro, camiseta y cazadora vaquera.