Calderón se rodea de fieles para encarar el final de su mandato

El presidente mexicano remodela el Gobierno ante las presidenciales de 2012

Desde que llegó a la presidencia de México hace tres años y medio, Felipe Calderón ha reajustado su Gabinete 18 veces. La última, el miércoles. Sacó de la Secretaría de Gobernación (Ministerio de Interior) a Fernando Gómez Mont, un abogado de prestigio y vieja raigambre conservadora, para colocar en su lugar a un político de bajo perfil y escaso currículo pero con una cualidad que Calderón suele valorar sobremanera a la hora de elegir a sus colaboradores: la amistad personal. José Francisco Blake Mora, el nuevo secretario de Gobernación, es oriundo de Baja California y hasta el momento solo se...

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Desde que llegó a la presidencia de México hace tres años y medio, Felipe Calderón ha reajustado su Gabinete 18 veces. La última, el miércoles. Sacó de la Secretaría de Gobernación (Ministerio de Interior) a Fernando Gómez Mont, un abogado de prestigio y vieja raigambre conservadora, para colocar en su lugar a un político de bajo perfil y escaso currículo pero con una cualidad que Calderón suele valorar sobremanera a la hora de elegir a sus colaboradores: la amistad personal. José Francisco Blake Mora, el nuevo secretario de Gobernación, es oriundo de Baja California y hasta el momento solo se había fajado, con desigual suerte, en la política local. Desde ahora, sin embargo, tiene bajo su responsabilidad la coordinación de la piedra angular de la política de Calderón: la lucha contra el crimen organizado.

El destituido titular de Interior se opuso al pacto electoral con la izquierda

Gómez Mont se venía tambaleando en su puesto desde hacía meses, pero fue la noche del pasado domingo 4 de julio cuando perdió cualquier agarradera. Esa noche, la derecha que sostiene al presidente y la izquierda que en 2006 lo acusó de malas artes para llegar al poder lograron, mediante una peculiar alianza de conveniencia, ganarle al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en tres de sus Estados emblemáticos: Oaxaca, Puebla y Sinaloa. El innegable éxito electoral situaba en la picota a Gómez Mont, que se había opuesto a ese pacto, dándose de baja en su formación política de toda la vida, el Partido Acción Nacional (PAN), y enfrentándose abiertamente con su presidente, César Nava.

"Las alianzas", había declarado el hasta ahora secretario de Gobernación, "son profundamente antidemocráticas y empobrecen una relación seria entre los políticos y la sociedad; la mercadotecnia política sustituye al programa político". Felipe Calderón observó la lucha fratricida hasta que los resultados electorales dejaron en buen lugar a César Nava... y a Gómez Mont al borde del precipicio. De hecho, aquella noche, los líderes de la derecha y de la izquierda hicieron votos para repetir su exitosa fórmula el año próximo en las elecciones del Estado de México, donde gobierna Enrique Peña Nieto, el candidato mejor colocado para representar al PRI en las presidenciales de 2012.

Calderón completó el reajuste aceptando la renuncia de la jefa de la Oficina de la Presidencia, Patricia Flores, y sustituyéndola por otro viejo amigo, el hasta ahora secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos. El presidente de México emprende la recta final de su sexenio rodeado de sus leales, circunstancia que ayer resaltaba la prensa mexicana, que llegó a tildar al Ejecutivo de Calderón como "un gobierno de cuates [amigos íntimos]". Varios medios divulgaron que, cuando Calderón intentó nombrar a Francisco Blake procurador general de la República, el destacado priista Manlio Fabio Beltrones lo descartó con una pregunta lapidaria: "Y aparte de ser cuate del presidente, ¿qué mérito tiene?". Blake no llegó a ser procurador, pero sí es, desde el miércoles, flamante secretario de Gobernación.

Calderón (derecha) saluda al nuevo ministro de Economía ante el de Interior, José Francisco Blake Mora.EFE
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