Cuba pone en libertad a otro preso de conciencia

El disidente Darsi Ferrer cumplirá en casa los últimos meses de condena

El prisionero de conciencia cubano Darsi Ferrer ya está en libertad. Después de pasar 11 meses en prisión preventiva y de numerosas protestas por su situación, ayer por fin fue juzgado por un tribunal de La Habana, coincidiendo con el inédito proceso de diálogo abierto entre la Iglesia Católica cubana y el Gobierno de Raúl Castro, que ya ha permitido la excarcelación del preso político Ariel Sigler Amaya. Ferrer fue detenido en 2009 por un supuesto delito de compra ilegal de materiales de construcción, y la fiscalía pedía para él tres años de privación de libertad por "receptación" y "atentado...

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El prisionero de conciencia cubano Darsi Ferrer ya está en libertad. Después de pasar 11 meses en prisión preventiva y de numerosas protestas por su situación, ayer por fin fue juzgado por un tribunal de La Habana, coincidiendo con el inédito proceso de diálogo abierto entre la Iglesia Católica cubana y el Gobierno de Raúl Castro, que ya ha permitido la excarcelación del preso político Ariel Sigler Amaya. Ferrer fue detenido en 2009 por un supuesto delito de compra ilegal de materiales de construcción, y la fiscalía pedía para él tres años de privación de libertad por "receptación" y "atentado". El tribunal lo condenó a 15 meses, pero le permitió cumplir en su casa los cuatro meses que le restan de sanción bajo el régimen de "libertad vigilada".

El diálogo entre la Iglesia y el régimen ha ayudado a la liberación

"Era lo previsible", declaró ayer el activista de los derechos humanos Elizardo Sánchez. Para él, la excarcelación de Ferrer "tiene que ver" con el proceso de diálogo entre la Iglesia y el Gobierno, pese a que su caso es diferente del de los presos de conciencia del Grupo de los 75. "La actual línea del Gobierno es salir del problema de los presos", dice, tras afirmar que habrá "más liberaciones y movimientos de presos" en las próximas semanas.

Ferrer es médico, tiene 40 años y comenzó a militar en la oposición hace una década. Se hizo conocido por sus acciones de calle, sobre todo por las marchas que organizaba en un céntrico parque de La Habana cada 10 de diciembre para conmemorar el Día Mundial de los Derechos Humanos. Por sus actividades opositoras fue arrestado en numerosas ocasiones, aunque las detenciones fueron siempre cortas.

Así fue hasta el 21 de julio de 2009. Ese día fue detenido e interrogado sobre la procedencia de unos materiales de construcción confiscados en un registro previo en su casa. Ferrer fue acusado de receptación, por haber "adquirido ilegalmente" dos sacos de cemento, varias ventanas de aluminio y unas planchas de hierro con las que iba a reformar su domicilio. Además, se le imputó el cargo de atentado por una presunta agresión física a una persona de su vecindario.

Durante los 11 meses que pasó en prisión, Ferrer realizó varias protestas y huelgas de hambre en demanda de que se celebrara su juicio. A principios de 2010, Amnistía Internacional lo declaró prisionero de conciencia. La solución del caso Ferrer tiene lugar en un momento especial, cuando la Iglesia Católica protagoniza un proceso mediador que ya ha dado sus primeros frutos. Ariel Sigler Amaya, el primero de los excarcelados, obtuvo la semana pasada un visado humanitario de Estados Unidos para que reciba atención médica. Podría ser el camino que siguieran otros liberados, según algunos analistas.

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El disidente Darsi Ferrer.
El disidente Darsi Ferrer (en el centro, con camisa azul) es expulsado de un parque en diciembre de 2006.NOTIMEX

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