Los saqueadores del Palau, en prisión
Desde hace meses, algunos miles de ciudadanos deambulábamos por las calles de este país con un par de muñecos de los santos inocentes colgando de nuestras sacrificadas espaldas, esas que ahora cargan con el peso de la crisis.
Los muñecos de papel tenían por nombre Millet y Montull y seguramente estaban recortados con alguno de los muchos billetes de 500 euros que decidieron apropiarse y que muchos de nosotros no veremos jamás. Los tipos son dos saqueadores de guante blanco, pertenecientes a lo más exclusivo y elevado de la sociedad catalana, dos individuos que aun habiendo confesado ant...
Desde hace meses, algunos miles de ciudadanos deambulábamos por las calles de este país con un par de muñecos de los santos inocentes colgando de nuestras sacrificadas espaldas, esas que ahora cargan con el peso de la crisis.
Los muñecos de papel tenían por nombre Millet y Montull y seguramente estaban recortados con alguno de los muchos billetes de 500 euros que decidieron apropiarse y que muchos de nosotros no veremos jamás. Los tipos son dos saqueadores de guante blanco, pertenecientes a lo más exclusivo y elevado de la sociedad catalana, dos individuos que aun habiendo confesado ante el juez se paseaban entre nosotros disfrutando de su sustancioso botín y evitándonos con una mirada de soslayo. Sus abogados sonreían ufanos esta mañana orgullosos de sus argucias leguleyas.
Hasta hoy. Hasta que alguien ha dicho basta. Hoy hemos recuperado un poco la fe en la justicia humana gracias a la acción de la juez Míriam de Rosa, quien ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza para los dos saqueadores del Palau de la Música. Hoy tengo un poquito menos cara de bobo que ayer y la espalda me parece más aligerada. Aunque, para ser sinceros, tengo la sensación que aún quedan muchos muñecos colgados de las espaldas de los inocentes ciudadanos de este país.