Cine alternativo al sur del Manzanares

Un festival en Villaverde muestra el cine iberoamericano menos comercial

Se abre el telón y empieza Contracorriente, película ganadora del premio del público en el último festival de cine independiente de Sundance, pero en las butacas no hay jóvenes independientes ni productores sino una mezcla de señoras, estudiantes, familias y trabajadores. Gente del barrio. Por décimo año consecutivo, Villaverde celebra el Festival de Cine Iberoamericano La Chimenea de Villaverde -se clausura mañana- y transforma la sala de un centro comercial en una filmoteca de cine en clave latina.

"Hace 10 años me pidieron que organizara algo cinematográfico en el distrito y, ...

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Se abre el telón y empieza Contracorriente, película ganadora del premio del público en el último festival de cine independiente de Sundance, pero en las butacas no hay jóvenes independientes ni productores sino una mezcla de señoras, estudiantes, familias y trabajadores. Gente del barrio. Por décimo año consecutivo, Villaverde celebra el Festival de Cine Iberoamericano La Chimenea de Villaverde -se clausura mañana- y transforma la sala de un centro comercial en una filmoteca de cine en clave latina.

"Hace 10 años me pidieron que organizara algo cinematográfico en el distrito y, dando un paseo por la calle, vi que lo que mejor representaba la diversidad social de Villaverde era un festival de cine iberoamericano". Diez años después, Porfirio Enríquez, de 66 años, sigue organizando La Chimenea (www.lachimeneadevillaverde.com). Con menos de 160.000 euros, este festival sin pretensiones programa en una de las salas de los cines Ábaco del barrio -en el centro comercial Los Ángeles- 10 películas y 10 cortometrajes de los que poca gente ha oído hablar: historias en ocho milímetros que nunca se han programado en salas o piezas como El regalo que, aunque arrasó en el Festival Viña del Mar de Chile no se estrenó masivamente. "Hay mucho público latino que disfruta con el evento. Si pones una película ecuatoriana vienen muchos espectadores de Ecuador que luego te dan las gracias porque han visto sus ciudades y la realidad de su país. Tiene un componente social fuerte porque les acercamos la nostalgia. También hay mucha gente del barrio de toda la vida que ha descubierto el cine iberoamericano y ahora les encanta", asegura Enríquez.

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Más de 2.000 personas pasan cada año por la única sala con la que cuenta el festival, que en su décimo aniversario tiene a México como país invitado, y al salir del cine dejan su opinión. El certamen cuenta, además con varios galardones elegidos por un jurado que este año preside la actriz Gemma Cuervo. El mejor corto de la cita es preseleccionado automáticamente para competir en los Goya.

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