La reestructuración del sistema financiero

Los mercados miden hoy el impacto de la segunda caja caída

Lunes, 30 de marzo de 2009. Tras la intervención de Caja Castilla La Mancha (CCM) del día anterior, los inversores medían el significado de ese aldabonazo en los mercados. El Ibex 35 cerró con una caída del 4,12%. Sin embargo, resulta difícil achacar ese desplome a la intervención de CCM. De hecho, la Bolsa española cayó menos que la alemana, la italiana, la francesa o la holandesa ese mismo día. Los inversores estaban mucho más pendientes de las palabras del secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, que había advertido ese fin de semana que los grandes bancos de su país iban a necesit...

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Lunes, 30 de marzo de 2009. Tras la intervención de Caja Castilla La Mancha (CCM) del día anterior, los inversores medían el significado de ese aldabonazo en los mercados. El Ibex 35 cerró con una caída del 4,12%. Sin embargo, resulta difícil achacar ese desplome a la intervención de CCM. De hecho, la Bolsa española cayó menos que la alemana, la italiana, la francesa o la holandesa ese mismo día. Los inversores estaban mucho más pendientes de las palabras del secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, que había advertido ese fin de semana que los grandes bancos de su país iban a necesitar enormes cantidades de ayuda pública. Al tiempo, la Casa Blanca había forzado el cese de Rick Wagoner como primer ejecutivo de General Motors y se veía venir que el gigante de Detroit avanzaba hacia la suspensión de pagos.

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Así, pese a la brusca caída del 4,12% en el Ibex, la conclusión es que la intervención de CCM no dejó una huella diferencial en el mercado español ese día de hace algo más de un año. Es más, el retroceso se recuperó enseguida en las jornadas posteriores.

La mayor diferencia es que ahora los inversores tienen una mayor aversión al riesgo español. La rentabilidad extra exigida al bono que se emite desde Madrid frente al alemán ha aumentado y la Bolsa española es una de las europeas que más cae en 2010. A los inversores internacionales les preocupa el alto déficit público, pero también lo saneado que esté el sector financiero.

Por el tamaño de la entidad (el 0,6% de los activos del sistema financiero español) o por la inyección de capital necesaria (523 millones en una primera fase), el impacto en los mercados debería ser mínimo si los inversores considerasen que se trata de un caso aislado. Pero el dinero es miedoso, y los inversores pueden interpretar que la caída de Cajasur es un anticipo de nuevos problemas en las cajas de ahorros, que representan en torno a la mitad del sistema financiero español. Eso, en un momento de fuertes nervios y gran volatilidad en los mercados, puede provocar una caída de la Bolsa y de los títulos de deuda españoles.

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