VI Cumbre UE-Latinoamérica
Michelle Bachelet pertenece a esa nueva y rara especie de político latinoamericano que termina el mandato con tanta o más popularidad que cuando empezó y que no ha intentado reformar la Constitución para perpetuarse en el poder. Y, lo más curioso, es que la ex presidenta chilena no es la única: el brasileño Lula da Silva, el uruguayo Tabaré Vázquez y el costarricense Óscar Arias también se irán o ya se han ido con la frente alta.
La Unión Europea y México acordaron ayer ampliar su colaboración al campo de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, mediante la creación de "nuevos mecanismos de cooperación entre los responsables de la seguridad pública y de la acción policial de México y los correspondientes organismos europeos", como Europol o Frontex, la agencia de vigilancia de fronteras.
Bangkok se enroca en una espiral de violencia. El Gobierno tailandés rechazó ayer la propuesta de los camisas rojas de negociar si las autoridades declaran un alto el fuego y ponen fin a la represión armada. "Pedimos que ordene un alto el fuego y retire al Ejército.
Irán recibió ayer con todos los honores al presidente brasileño, Inácio Lula Da Silva. Además de entrevistarse con su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, tuvo una inusual audiencia con el líder supremo, el ayatolá Ali Jameneí. Sin embargo, y a pesar de la expectación existente, los iraníes no hicieron referencia a la anunciada mediación de Lula para resolver su crisis nuclear con la comunidad internacional, que Washington y Moscú han considerado la última oportunidad de evitar una nueva ronda de sanciones.
A las dos de la tarde de ayer, la profesora de francés de 24 años Clotilde Reiss, detenida en Irán desde hacía 10 meses, acusada de espionaje y liberada hacía pocas horas, hablaba en el patio del Elíseo: "Agradezco al presidente Sarkozy su apoyo, también el de mi familia, el de los míos y el de los iraníes que han estado a mi lado".
El barrio Moulay Rachid de Zagora, una pequeña ciudad a las puertas del Sáhara, estuvo ayer de fiesta para recibir a Zahra Boudkour, descrita por la prensa independiente de Marruecos como la más joven presa política del país. Boudkour, de 23 años, salió el sábado por la tarde de la cárcel de mujeres de Benguerir, cerca de Marraquech, tras cumplir una condena de dos años.