Crítica:cine

Abuelo 'golondrina'

Abuelo golondrina: dícese del anciano viudo que vuela de su hogar a las casas de sus hijos, abonado al sedentarismo y a la falta de hogar propio. Desde luego, una figura tan reconocible en la vida española merecía una película: Siempre hay tiempo, estimable debut de Ana Rosa Diego, al que quizá perjudique su acumulación de grandes temáticas (el matonismo en las escuelas, el abandono de los hijos en favor del trabajo, la posibilidad del amor en la vejez, el urbanismo salvaje y hasta la salida del armario en edad adulta), pero que con la sinceridad, la sencillez y la sutileza como ...

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Abuelo golondrina: dícese del anciano viudo que vuela de su hogar a las casas de sus hijos, abonado al sedentarismo y a la falta de hogar propio. Desde luego, una figura tan reconocible en la vida española merecía una película: Siempre hay tiempo, estimable debut de Ana Rosa Diego, al que quizá perjudique su acumulación de grandes temáticas (el matonismo en las escuelas, el abandono de los hijos en favor del trabajo, la posibilidad del amor en la vejez, el urbanismo salvaje y hasta la salida del armario en edad adulta), pero que con la sinceridad, la sencillez y la sutileza como banderas, se impone como un noble ejercicio de drama social.

No tiene la crudeza de Solas, ni tampoco es cine estrictamente popular, por lo que en ese camino intermedio le puede resultar complicado encontrar su audiencia. Eso sí, el premio del público en el Festival de Huelva quizá desmienta tal teoría.

SIEMPRE HAY TIEMPO

Dirección: Ana Rosa Diego. Intérpretes: Txema Blasco, Edu Bulnes, Montserrat Carulla.

Género: drama. España, 2009.

Duración: 90 minutos.

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