El asesinato de cristianos desata la protesta en Egipto
Un musulmán mata a tiros a ocho coptos a la salida de una misa
Unos 2.000 cristianos coptos se enfrentaron ayer violentamente con la policía egipcia en la ciudad de Naya Hamadi, en el sur del país, después de que un musulmán abriera fuego, la víspera, contra un grupo de personas que salía de la misa de medianoche que marca el arranque de la Navidad copta. Ocho feligreses y un policía musulmán murieron en el tiroteo. Otros nueve coptos resultaron heridos. El crimen ha sembrado la conmoción y el miedo entre la comunidad cristiana, que se siente cada vez más marginada ante la progresiva islamización del país.
Los enfrentamientos se desataron en las pu...
Unos 2.000 cristianos coptos se enfrentaron ayer violentamente con la policía egipcia en la ciudad de Naya Hamadi, en el sur del país, después de que un musulmán abriera fuego, la víspera, contra un grupo de personas que salía de la misa de medianoche que marca el arranque de la Navidad copta. Ocho feligreses y un policía musulmán murieron en el tiroteo. Otros nueve coptos resultaron heridos. El crimen ha sembrado la conmoción y el miedo entre la comunidad cristiana, que se siente cada vez más marginada ante la progresiva islamización del país.
Los enfrentamientos se desataron en las puertas del hospital de la ciudad, donde se concentraron miles de coptos para recoger los cuerpos de los fallecidos. Varios de los presentes arrojaron piedras a la policía, a la que acusan de dejarlos desprotegidos ante las agresiones de los radicales islámicos. Varios escaparates quedaron destrozados.
Según los primeros datos de la investigación, tres hombres (uno de ellos, un delincuente fichado por la policía) dispararon con un fusil automático desde un vehículo en marcha en las proximidades de dos iglesias, una zona comercial y el obispado de Naya Hamadi, localidad situada a unos 700 kilómetros al sur de El Cairo, cerca de las ruinas de Luxor.
Según la policía, el tiroteo está relacionado con la presunta violación de una musulmana por un cristiano hace más de un mes. El rumor provocó entonces la cólera de grupos musulmanes, que incendiaron casas y negocios de coptos. En los últimos días, las amenazas contra los cristianos se habían recrudecido ante la llegada de la Navidad. El obispo de la ciudad, Anba Kirolos, no dudó en calificar el tiroteo del miércoles de "ataque sectario", y responsabilizó a las autoridades por no haber protegido a esa comunidad, que representa el 10% de los 80 millones de egipcios, mayoritariamente musulmanes.
La matanza del miércoles ha despertado el recuerdo de la oleada de violencia contra los coptos en los años noventa, que se prolongó en episodios como el ocurrido en 2000 en la localidad de Koscha, también al sur, donde murieron 19 cristianos.
"Los coptos tienen cada vez más un sentimiento de alienación a causa de la islamización estricta de la sociedad egipcia en los últimos 30 años, y del predominio de un discurso salafista y oscurantista, tolerado por el Estado, que propaga la exclusión", asegura a la agencia France Presse Amr el Choubaki, del Centro de Estudios Políticos Al Ahram. La comunidad ortodoxa se queja de ser víctima de discriminación y acoso sistemáticos, y de ser apartada de los altos cargos en el Ejército, la policía, las universidades o el aparato judicial.