Ramon Llull se mete a detective
El filósofo vive aventuras dignas de 'El nombre de la rosa' en un cómic
El cómic es un género que se reinventa constantemente. Una vez deconstruidos los superhéroes y adoptados los manga como algo normal, la tesitura actual es la del tebeo con tintes de denuncia social, la de reporteros de guerra y cronistas desde exóticos lugares (Joe Sacco y Guy Delisle), y de los que recuperan personajes históricos. Un buen ejemplo es Ramon Llull. La controvèrsia jueva (Glénat), que ha publicado el joven valor -según webs especializadas- Eduard Torrents, tras un extenso y duro proceso de documentación. Se trata de su primer álbum, que empezó a elaborar hace...
El cómic es un género que se reinventa constantemente. Una vez deconstruidos los superhéroes y adoptados los manga como algo normal, la tesitura actual es la del tebeo con tintes de denuncia social, la de reporteros de guerra y cronistas desde exóticos lugares (Joe Sacco y Guy Delisle), y de los que recuperan personajes históricos. Un buen ejemplo es Ramon Llull. La controvèrsia jueva (Glénat), que ha publicado el joven valor -según webs especializadas- Eduard Torrents, tras un extenso y duro proceso de documentación. Se trata de su primer álbum, que empezó a elaborar hace dos años, cuando todavía trabajaba de ingeniero industrial en una multinacional.
El mismo autor admite que llega a la figura del filósofo y místico mallorquín "de casualidad", pero que sentía le necesidad de "hacer accesible esta figura a la cultura popular". Y lo hace con un álbum en formato de novela negra y "homenajes conscientes e inconscientes" a El nombre de la rosa de Umberto Eco. Este gran personaje se adentra en la investigación de la muerte de un joven monje a manos, todo parece indicar, de un anciano judío estudioso de la mística sufí.
Llull tiene que desenvolverse entre los peligros de la Barcelona de 1263, con un viejo rey Jaume I, y con el inicio de las persecuciones cristianas contra los judíos alentadas por la Inquisición. No se trata sólo de deshacer el caso a lo Philip Marlowe, sino que el tebeo realiza un viaje paralelo por la vida de Ramon Llull, que pasa de un joven caballero bien situado a metamorfosearse en un místicoque renuncia a todo por alcanzar el saber. Eduard Torrents reconoce que empieza a tirar del hilo "sabiendo de su relación con el mundo hebreo" y recuerda que Llull nació en la Mallorca recién ocupada por los cristianos, pero que creció dentro del magma cultural de árabes y judíos. Prueba de ello es el Llibre de les Meravelles, que más que escolástica parece un tratado de mística sufí.Esta ópera prima lanza pinceladas sobre la otra vida de Llull y recuerda que practicó el amor cortés y que tenía aprecio por las señoras. Sobre si se trata de un cómic reivindicativo, Torrents asegura: "reivindico a Llull y que hoy en día se dan persecuciones como las que recibieron los judíos".