Reportaje:

El arte de entender una base de datos

El centro Medialab utiliza vistosos gráficos para reinterpretar la realidad

Pocas cosas hay tan difíciles de entender como una base de datos. Y pocas tan aburridas. El objetivo del proyecto Visualizar'09 es hacer legibles ingentes cantidades de datos y que el resultado sea algo entretenido y hermoso.

Tomemos, por ejemplo, todas las patentes registradas en EE UU entre 1963 y 1999. Una montaña de inventos representada por tablas y más tablas de números de referencia con nombres como "aislante térmico de alta densidad". Nada sexy. Pero el proyecto La evolución de la innovación reúne estos datos en un gráfico interactivo de colores. Pinchas y c...

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Pocas cosas hay tan difíciles de entender como una base de datos. Y pocas tan aburridas. El objetivo del proyecto Visualizar'09 es hacer legibles ingentes cantidades de datos y que el resultado sea algo entretenido y hermoso.

Tomemos, por ejemplo, todas las patentes registradas en EE UU entre 1963 y 1999. Una montaña de inventos representada por tablas y más tablas de números de referencia con nombres como "aislante térmico de alta densidad". Nada sexy. Pero el proyecto La evolución de la innovación reúne estos datos en un gráfico interactivo de colores. Pinchas y compruebas con sorpresa que el campo con mayor innovación no es, como se podría intuir, la computación, sino la química; o que hay un pico de invenciones en 1997, cuando Internet comenzó a ser popular.

Los 10 proyectos subvencionados por el centro de arte y nuevas tecnologías Medialab-Prado analizan todo tipo de datos, desde el uso de los políticos de Twitter al consumo del agua en el mundo. Son proyectos en proceso, con lagunas y contradicciones, pero suponen un esfuerzo por aprehender el caos de información que nos rodea. "Queríamos subrayar la importancia del uso sostenible del agua, pero nuestra gráfica no lo pone de relieve", admite el sueco Keyvan Minoukadeh, uno de los autores de El estado del agua ahora. Su gráfico tiene dos variables: el agua disponible (en ríos, lagos y embalses) y el consumo, en distintos países. El problema es que no aborda asuntos como "el acceso de la gente al agua" o "las guerras". A pesar de no haber conseguido su objetivo, Keyvan cree que el gráfico encierra un mensaje: "Demuestra que, en un mundo ideal, con las infraestructuras necesarias y sin tensiones políticas, la mayoría de países podrían autoabastecerse".

Ese punto poético flota por todos los proyectos. Uno muestra que los mensajes de Twitter enviados por los políticos viven durante cinco minutos para luego ser olvidados, otro que en los museos hay mucho más arte egipcio que contemporáneo, otro que la mayoría de descargas de una web peer to peer (que permite el intercambio de archivos) no es ni porno ni música, sino películas y series de televisión. El interfaz Fluflux muestra que ni la gripe A, ni la aviar, ni el SARS (una clase de neumonía) afectaron al tráfico de pasajeros entre EE UU y el resto del mundo.

En In the air (en la foto) una malla de colores sobrevuela Madrid mostrando en qué puntos el aire está más contaminado. El Kult-o-meter desglosa el gasto en cultura del Ayuntamiento (18 millones de euros).

Visualizar'09. Medialab Prado. Calle Alameda 15. Hasta el 17 de enero.

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In the air, uno de los proyectos que trata de visualizar los datos relativos a la contaminación de Madrid.

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