Un flaco favor a la democracia
Ante la persistencia del Partido Popular -ayer a través del diputado Carlos Floriano- sobre las presuntas escuchas ilegales a miembros de este partido por parte de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado -supuestamente siguiendo órdenes del ministro del Interior a través de Sitel (Sistema Integrado de Interceptación de Comunicaciones)-, y ya que no consta que hayan presentado prueba alguna, no cabe otro posicionamiento que estar con el ministro, con el Gobierno, con los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado, y con el poder judicial que es el que en última instancia ordena quién...
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Ante la persistencia del Partido Popular -ayer a través del diputado Carlos Floriano- sobre las presuntas escuchas ilegales a miembros de este partido por parte de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado -supuestamente siguiendo órdenes del ministro del Interior a través de Sitel (Sistema Integrado de Interceptación de Comunicaciones)-, y ya que no consta que hayan presentado prueba alguna, no cabe otro posicionamiento que estar con el ministro, con el Gobierno, con los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado, y con el poder judicial que es el que en última instancia ordena quién o quiénes deben ser investigados. Flaco favor le hacen a la democracia. Que se defiendan por el caso Gürtel u otros como estimen oportuno, pero que no pongan en cuestión el propio Estado de derecho sin pruebas. Son acusaciones graves, o muy graves como acertadamente dice un indignado Rubalcaba.
Si buscan una nulidad de actuaciones como ocurrió con el caso Naseiro, cuestionar generalizadamente las escuchas de Sitel como si las mismas no tuvieran acogida en una previa decisión judicial, es darle alas a otras actuaciones en marcha, como tráfico de drogas, mafias, ETA... Si tan claro tienen que son escuchados ilegalmente, ya se sabe, al juzgado.