Y, además, el libro

Leo siempre los artículos de José María Lassalle con gran interés. Sus observaciones sobre la cultura, mejor aún, sobre la gestión de la cultura en su artículo Más allá del cine, del día 16 de noviembre, resultan esclarecedoras en una materia donde, por desgracia, el "bla, bla, bla" oculta con demasiada frecuencia la falta de ideas.

Comparto su demanda de un acuerdo entre los dos grandes partidos que "permita rentabilizar todo el provecho que ofrece a nuestro país ser titular de una cultura con dimensión internacional", me sumo a su noción de que la cultura española es mucho más ...

Leo siempre los artículos de José María Lassalle con gran interés. Sus observaciones sobre la cultura, mejor aún, sobre la gestión de la cultura en su artículo Más allá del cine, del día 16 de noviembre, resultan esclarecedoras en una materia donde, por desgracia, el "bla, bla, bla" oculta con demasiada frecuencia la falta de ideas.

Comparto su demanda de un acuerdo entre los dos grandes partidos que "permita rentabilizar todo el provecho que ofrece a nuestro país ser titular de una cultura con dimensión internacional", me sumo a su noción de que la cultura española es mucho más que "una confederación de culturas territoriales" y aplaudo la estrategia que conecte la lengua, la cultura y la economía.

Pero, precisamente por ello es por lo que me llama tanto la atención que no incluya en su lista de instituciones e industrias postergadas al libro, a sus industrias y a sus profesionales. Posiblemente la edición y la librería están en la primera línea de desarrollo de la estrategia que él señala, gracias a la fuerte presencia del libro español en Hispanoamérica y al interés por la lengua española y nuestra creación escrita tanto en Europa como en Estados Unidos.

Invito, pues, a José María Lassalle a que no incurra en el defecto que critica del Ministerio de Cultura y, por lo menos él, considere al libro y a los profesionales del libro en sus próximos análisis.