La nueva fusión catalana de cajas requerirá ayudas millonarias

Catalunya, Tarragona y Manresa aprueban hoy el proyecto

La fusión de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, cuyos consejos de administración están llamados hoy a validar el proyecto, "será una buena ocasión para una importante recapitalización". Echando balones fuera, un alto directivo de una de las tres entidades financieras implicadas en la operación, destinada a consolidar la quinta caja española por activos, avanzaba con estas palabras la disposición de las cajas a llamar a la puerta del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB).

Las tres cajas todavía no han precisado de cuánto dinero estamos hablando y ayer mism...

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La fusión de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, cuyos consejos de administración están llamados hoy a validar el proyecto, "será una buena ocasión para una importante recapitalización". Echando balones fuera, un alto directivo de una de las tres entidades financieras implicadas en la operación, destinada a consolidar la quinta caja española por activos, avanzaba con estas palabras la disposición de las cajas a llamar a la puerta del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB).

Las tres cajas todavía no han precisado de cuánto dinero estamos hablando y ayer mismo insistieron en ello, a falta de que se concrete y apruebe un plan de integración. El volumen de la entidad resultante, con más de 81.000 millones de euros en activos, y las distintas estimaciones realizadas por consultoras especializadas (que no por las propias cajas) sobre la plantilla y la red de oficinas excedentes (casi 1.000 empleos y 200 sucursales, tirando por lo bajo) auguran unos elevados costes de reestructuración. En el sector financiero se han barajado cifras muy superiores a los 2.000 millones, pero no hay cálculo interno oficial.

Distintas consultoras estiman que sobran casi 1.000 empleos y cerca de 200 oficinas
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En el caso de las cajas comarcales catalanas (Sabadell, Terrassa, Girona y Manlleu), la cifra aproximada que ellas mismas han reconocido que pedirían al FROB se mueve entre los 450 y los 500 millones de euros. Y, a falta de que se concrete la reestructuración, aún en estudio, estas entidades, que crearán la tercera caja de Cataluña, van a prescindir de cerca de 540 empleos y aproximadamente dos centenares de oficinas.

En otros procesos de concentración, las cosas han funcionado distinto. Caja Navarra (CAN) y Caja Canarias han dicho, por su parte, que no pedirán ayudas del fondo para su proyecto de unión de negocios no principales, como la banca mayorista, seguros, fondos de inversión y la cartera industrial, más una red de 100 oficinas que operará bajo la marca Banca Cívica, y unidades de tecnología, solvencia y riesgos.

Unicaja y Caja de Jaén aprobaron su proyecto de fusión en agosto, sin recurrir a ayudas externas, que sí pueden ser necesarias con la incorporación al proyecto de Cajasur.

El FROB contempla la ayuda a entidades financieras que estén por una fusión y no puedan realizarla por falta de capital. Les ayuda, así, a costear la reestructuración sin perder solvencia. A 31 de diciembre pasado, este ratio en el caso de Caixa Catalunya era del 10,14%; en el de Caixa Tarragona, 10,34%, mientras el de Caixa Manresa era del 11,51%.

Pero el dinero, que funciona como un crédito, tiene que ser devuelto al cabo de cinco años, ampliables a siete. El fondo ha arrancado con 9.000 millones, pero, vía endeudamiento, puede alcanzar un límite de 99.000 millones, fijado por el Gobierno.

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