"Hay piratas en España pasando información a los secuestradores"

Andrew Mwangura asegura tener "la confianza" de los piratas y que no ha hecho para ganársela más que "tener amigos en todas partes y ningún enemigo". Su nombre surge constantemente en las negociaciones para liberar algún buque secuestrado, como el carguero ucraniano Faina, que llevaba 33 tanques soviéticos y 20 tripulantes a bordo -fue liberado después de casi cinco meses de cautiverio y previo pago de un rescate millonario-. Entonces, las autoridades de Kenia ordenaron su arresto por actuar como portavoz de los piratas pero, finalmente, los cargos fueron retirados.

Tiene 47 años...

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Andrew Mwangura asegura tener "la confianza" de los piratas y que no ha hecho para ganársela más que "tener amigos en todas partes y ningún enemigo". Su nombre surge constantemente en las negociaciones para liberar algún buque secuestrado, como el carguero ucraniano Faina, que llevaba 33 tanques soviéticos y 20 tripulantes a bordo -fue liberado después de casi cinco meses de cautiverio y previo pago de un rescate millonario-. Entonces, las autoridades de Kenia ordenaron su arresto por actuar como portavoz de los piratas pero, finalmente, los cargos fueron retirados.

Tiene 47 años y dirige el Departamento de Ayuda al Navegante, una red pensada para prestar asistencia a los barcos que navegan por la costa africana que ha terminado por especializarse en piratería. Tanto es así, que el actor Samuel L. Jackson se ha reservado los derechos para llevar la vida de este negociador al cine. Por teléfono, desde Mombasa, Mwangura relató cómo negocian los piratas.

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"Lo normal es que los secuestros se prolonguen unas seis semanas. En el caso del Alakrana, los secuestradores aún no han fijado una cantidad de dinero para el rescate. Es muy pronto", asegura. "El precio varía mucho. Los piratas calculan el rescate en función del tipo y la antigüedad de barco -el Alakrana tiene 104 metros de eslora y fue botado en 2006- que suelen consultar por internet, la carga y el número y nacionalidad de los tripulantes. No es lo mismo un barco nuevo y grande, que uno más viejo, ni tampoco uno indio o africano, que uno europeo, si lleva pescado o armamento...".

Cuenta que en el secuestro del Alakrana han intervenido cerca de 18 hombres armados de un clan de Haradere, una pequeña ciudad somalí. Y que la tripulación está a salvo, "siempre que la diplomacia no intervenga con armas, o haya cualquier interferencia en la negociación". Porque, insiste, "los piratas no son un grupo de jovencitos armados que asaltan barcos. Ahora mismo, habrá piratas en España recogiendo información para trasladársela a los secuestradores del Alakrana. Son una red inteligente, que se extiende por el mundo y que implica a bufetes de abogados en Europa o a las propias compañías de seguros. Es un gran negocio".

Calcula que hay más de 1.500 piratas armados en la costa de Somalia, pero añade: "Aproximadamente el 70% de la población de ese país vive directa o indirectamente de la piratería. Allí es un modo de vida. En Somalia no hay industrias, ni se puede vivir de la pesca, porque los barcos europeos, coreanos, etcétera, han expoliado los caladeros; así, muchos sienten que la piratería es la única opción".

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No parece muy entusiasmado por la idea de que su vida sea llevada al cine. Tampoco ha visto una sola película del actor que interpretará su papel, Samuel L. Jackson, del que sólo apunta: "Dicen que se parece mucho a mí".

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