Cartas al director

Homenaje a las Trece Rosas

Acabamos de celebrar este acto de reconocimiento y reparación, un acto de recuperación de nuestra memoria colectiva, de aquellas y aquellos que hoy no pueden estar con nosotros.

Éste no ha sido un simple acto de recuerdo de los nombres y figuras de estas 13 jóvenes, ha sido un acto de justicia. Pero también lo ha sido, de los cientos de miles de españoles que fueron torturados, asesinados y fusilados como ellas, y que, desgraciadamente muchos de ellos, todavía pueblan anónimamente las cunetas y las fosas de nuestros caminos y cementerios.

Reconocimiento y reparación que hacemos e...

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Acabamos de celebrar este acto de reconocimiento y reparación, un acto de recuperación de nuestra memoria colectiva, de aquellas y aquellos que hoy no pueden estar con nosotros.

Éste no ha sido un simple acto de recuerdo de los nombres y figuras de estas 13 jóvenes, ha sido un acto de justicia. Pero también lo ha sido, de los cientos de miles de españoles que fueron torturados, asesinados y fusilados como ellas, y que, desgraciadamente muchos de ellos, todavía pueblan anónimamente las cunetas y las fosas de nuestros caminos y cementerios.

Reconocimiento y reparación que hacemos extensible a todas aquellas personas que han sido y siguen siendo perseguidas, torturadas, asesinadas y fusiladas, por el único delito de defender los valores democráticos y los derechos humanos, personas, ciudadanos, que buscan el progreso por medio de la democracia, de la paz y la libertad.

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Hoy, con más razón y con más fuerza, reivindicamos la memoria individual y colectiva de estas 13 jóvenes, para que hechos como el que vivieron nuestras Rosas, nunca vuelvan a suceder. Y que la democracia, la paz y la convivencia sean el eje de nuestro presente pero sobre todo, de nuestro futuro. Para que nadie tenga que volver a derramar una gota de su sangre por defender algo tan innegable como es la libertad.

Carmen, Martina, Blanca, Pilar, Julia, Adelina, Elena, Virtudes, Ana, Joaquina, Dionisia, Victoria y Luisa, vuestros nombres no se borrarán nunca de nuestra memoria y vuestro sufrimiento es para nosotros un ejemplo en el que seguir cimentando aquello por lo que os asesinaron vilmente: la defensa de la libertad de ser ciudadanas, los valores y derechos constitucionales que hoy disfrutamos y que entre todos seguiremos ampliando.

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