Calvario de agosto en Cercanías
El cierre por obras de varias estaciones genera escenas de nervios entre los usuarios
Ni los avisos por megafonía en los trenes, ni los 48 informadores con peto amarillo en los andenes y vestíbulos de las estaciones para orientar a los viajeros, y tampoco la información en las pantallas para alertar del cierre por obras de las estaciones de Renfe de la plaza de Catalunya y Arc de Triomf, fue suficiente para evitar las incomodidades y un punto de caos entre los usuarios de los trenes de Cercanías.
Los principales problemas se dieron en las estaciones de Sants, Sant Andreu Arenal, El Clot y Montcada, convertidas ayer en estaciones terminales de las líneas C-1 (Molins de Re...
Ni los avisos por megafonía en los trenes, ni los 48 informadores con peto amarillo en los andenes y vestíbulos de las estaciones para orientar a los viajeros, y tampoco la información en las pantallas para alertar del cierre por obras de las estaciones de Renfe de la plaza de Catalunya y Arc de Triomf, fue suficiente para evitar las incomodidades y un punto de caos entre los usuarios de los trenes de Cercanías.
Los principales problemas se dieron en las estaciones de Sants, Sant Andreu Arenal, El Clot y Montcada, convertidas ayer en estaciones terminales de las líneas C-1 (Molins de Rei-Mataró-Maçanet), C-3 (L'Hospitalet-Vic), C4 (Manresa-Sant Vicenç) y C-7 (Martorell-L'Hospitalet). En estas cuatro estaciones los viajeros tuvieron que bajarse del tren y cambiar al metro o a otra línea ferroviaria. Por más información que estuviera disponible, el caos estuvo servido, sobre todo entre los grupos de turistas.
Los turistas y los viajeros ocasionales, los más desorientados
La estación de plaza de Catalunya no abrirá hasta el 23 de agosto
Un ejemplo: ayer, a las nueve de la mañana en El Clot, Carolina, vestida con un peto amarillo, llevaba ya cuatro horas atendiendo las dudas de los pasajeros de la línea 1, deseosos de saber cómo continuar hasta la plaza de Catalunya o llegar al aeropuerto vía estación de Sants. Eran en muchos casos turistas provenientes de la costa, totalmente desinformados de las alteraciones que los servicios de cercanías sufrirán por las obras de instalación de una nueva catenaria rígida en el túnel de la plaza de Catalunya. Los trabajos durarán hasta el 23 de agosto en el caso de la línea C-1 y hasta el 16 de agosto en el del resto de las líneas afectadas.
Para los usuarios que acuden a trabajar, las molestias se miden sobre todo en minutos. "Los trasbordos me van hacer perder casi media hora", se lamenta Mónica, quien diariamente efectúa el recorrido entre Blanes y el Aeropuerto de El Prat. En la estación de Sants, Neus, otra habitual de Cercanías, estudia los nuevos horarios distribuidos por Renfe para evitar volver a llegar tarde al trabajo "a pesar de haber salido 15 minutos antes de casa". Renfe pide paciencia y comprensión a los 60.000 usuarios que calculan que se verán afectados por las modificaciones de los servicios de cercanías. Miguel Ángel Remacha, director de Cercanías, se ha mostrado convencido de que las obras darán "más fiabilidad al servicio de trenes".
La estación de Sant Andreu Arenal, que registró el mayor volumen de pasajeros durante las primeras horas de ayer, es probablemente donde la incomodad se hará más evidente. De las dos salidas existentes, sólo una puede ser utilizada por los pasajeros, lo que provoca aglomeraciones en las escaleras. A lo que hay que sumar el gentío que se acumula en la estación de metro Fabra i Puig de la línea 1, alternativa propuesta para continuar el recorrido de las líneas C-3 y C-4 por L'Hospitalet de Llobregat.
Responsables de Renfe asumen "las molestias" que estas modificaciones temporales provocan, pero prefieren destacar que los servicios de trenes hayan funcionado con normalidad.