Patriotismo barato

Con motivo de la visita a Gibraltar del ministro español de Exteriores, el Partido Popular y sus medios afines se han lanzado al degüello contra el Gobierno, como la estrategia que mejor saben hacer, sin tener en cuenta que la política exterior es un asunto de Estado que no debe entrar en el debate partidista. Un patriotismo barato sacado de los libros de Historia y de Formación del Espíritu Nacional de la época franquista. Además de ser una estrategia trasnochada, no se dan cuenta de que con esas posiciones no hemos avanzado nada en más de 300 años. El conflicto sigue igual de estancado.
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Con motivo de la visita a Gibraltar del ministro español de Exteriores, el Partido Popular y sus medios afines se han lanzado al degüello contra el Gobierno, como la estrategia que mejor saben hacer, sin tener en cuenta que la política exterior es un asunto de Estado que no debe entrar en el debate partidista. Un patriotismo barato sacado de los libros de Historia y de Formación del Espíritu Nacional de la época franquista. Además de ser una estrategia trasnochada, no se dan cuenta de que con esas posiciones no hemos avanzado nada en más de 300 años. El conflicto sigue igual de estancado.

No han aprendido la lección de que cambiando la estrategia del enfrentamiento por la del diálogo estamos en la vía de poder alcanzar algo. No se dan cuenta de que cuando las políticas se han guiado por ese Espíritu Nacional se han dado pasos atrás; y se ha creado una zona de ciudadanos extremadamente perjudicada por una política equivocada. No se han percatado de que con la política del patriotismo la sociedad gibraltareña ha vuelto la espalda absolutamente hacia España. No se han percatado de que mientras nosotros nos limitamos a defender el Espíritu Patrio, en Gibraltar se han ido incubando gravísimos problemas, que un Gobierno responsable tiene que acometer.

Y a eso ha ido el ministro Moratinos. A defender los intereses de España.