Brown sufre otro varapalo en unas elecciones parciales

Los conservadores arrebatan a los laboristas un escaño de Norwich

Gordon Brown empezó anoche sus vacaciones de verano con un regusto amargo: el electorado le despidió con un fuerte varapalo en las elecciones parciales de Norwich North, donde los conservadores se hicieron con el escaño que hasta ahora pertenecía al laborista Ian Gibson. Brown ha perdido cinco de las seis elecciones parciales celebradas desde que accedió al cargo de primer ministro, en junio de hace dos años.

Gibson, un popular diputado de fuerte carácter y tendencia a la rebeldía, cayó en desgracia cuando se supo que había vendido a su hija un apartamento que había comprado con ayuda d...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Gordon Brown empezó anoche sus vacaciones de verano con un regusto amargo: el electorado le despidió con un fuerte varapalo en las elecciones parciales de Norwich North, donde los conservadores se hicieron con el escaño que hasta ahora pertenecía al laborista Ian Gibson. Brown ha perdido cinco de las seis elecciones parciales celebradas desde que accedió al cargo de primer ministro, en junio de hace dos años.

Gibson, un popular diputado de fuerte carácter y tendencia a la rebeldía, cayó en desgracia cuando se supo que había vendido a su hija un apartamento que había comprado con ayuda de fondos públicos. El partido acordó prohibirle que le representara en los próximos comicios, y él decidió dimitir de inmediato, sin esperar a las elecciones generales, a sabiendas de que eso desencadenaría unas elecciones parciales con derrota segura para Gordon Brown.

Al primer ministro sólo le quedó ayer el magro consuelo de que los primeros análisis revelan que su derrota se debió a que el electorado laborista decidió quedarse en casa más que al hecho de que decidiera pasarse a los conservadores. Pero aún así, el primer partido de la oposición obtuvo una victoria clamorosa. Su candidata, Chloe Smith, una joven de 27 años que se ha convertido en la benjamín de los Comunes en esta legislatura, obtuvo casi el 40% de los votos, más del doble que el laborista Chris Ostrowski (18,2%), que en los últimos días no pudo hacer campaña por haberse contagiado de la gripe A.

Los conservadores convirtieron en una ventaja superior a los 7.000 votos los más de 5.000 de diferencia que consiguieron los laboristas en las elecciones de 2005. La participación fue bastante apreciable para unas parciales (46%), aunque se quedó casi un tercio por debajo de la registrada en las generales (61%). El líder tory, David Cameron, que ha viajado seis veces a Norwich para apoyar a su candidata durante la campaña, calificó ayer la victoria de "histórica" y destacó que los laboristas han representado esa circunscripción durante 45 de los últimos 60 años. "En Norwich North hemos visto una victoria absolutamente histórica que demuestra que el país está harto de las mentiras de Gordon Brown", dijo Cameron.

Del resultado se desprende algo que se intuye desde hace semanas: el escándalo de los gastos de los diputados, en el que los dos partidos están implicados más o menos por igual, está afectando mucho más al Gobierno que a la oposición. Eso tiene que ver precisamente con el hecho de que unos estén en el poder y los otros no, y con el cansancio de más de 12 años de Gobierno laborista. Pero también refleja que David Cameron ha reaccionado con mucha más prontitud y agilidad que Gordon Brown, un político destinado a convertirse en uno de los primeros ministros más efímeros de la historia contemporánea del Reino Unido a pesar de haber consagrado casi toda su carrera política a colmar esa vieja ambición.

El primer ministro británico, Gordon Brown, ayer durante una visita a un centro de salud en Londres.AFP
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En