Spanair prepara un recorte de empleo y flota tras el verano

La aerolínea decidirá el ajuste en función del tráfico

Spanair está estudiando un nuevo ajuste de su flota y sus rutas y, por tanto, de su empleo, tras el recorte aplicado el año pasado, cuando aún estaba controlada por el grupo SAS, debido a la caída de la demanda que el sector del transporte aéreo está sufriendo. Fuentes de la aerolínea señalan que esta reestructuración es "posible" y "probable", pero que su alcance no se concretará hasta conocer cómo evoluciona el tráfico este verano. Además, recalcaron que será la menor posible, y no afectará a las conexiones de sus principales bases, entre ellas, la de Palma de Mallorca.

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Spanair está estudiando un nuevo ajuste de su flota y sus rutas y, por tanto, de su empleo, tras el recorte aplicado el año pasado, cuando aún estaba controlada por el grupo SAS, debido a la caída de la demanda que el sector del transporte aéreo está sufriendo. Fuentes de la aerolínea señalan que esta reestructuración es "posible" y "probable", pero que su alcance no se concretará hasta conocer cómo evoluciona el tráfico este verano. Además, recalcaron que será la menor posible, y no afectará a las conexiones de sus principales bases, entre ellas, la de Palma de Mallorca.

Un documento interno de trabajo, del 20 de julio, recoge explícitamente el anuncio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) este verano, pero las mismas fuentes matizan que tras la mejora de las cifras de pasajeros desde de junio "los argumentos han sido aplazados hasta otoño o invierno, en función de cómo siga progresando el tráfico".

La compañía aérea asegura que el plan de trabajo no ha sido aprobado
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Además, recalcaron que la presentación es un papel de trabajo interno y no un plan definitivo aprobado por la aerolínea.

El documento, titulado en inglés Estrategia de comunicación: recortes de capacidad y reestructuración laboral, habla también de nuevas condiciones laborales para los pilotos y resto de personal de vuelos. Atraer capital requiere, según la firma, "significativos cambios en las condiciones laborales, adaptados a un nuevo entorno (menos demanda, beneficio a la baja, operadores competitivos y eficientes)". La compañía ya ha mantenido un encuentro con los pilotos para estudiar diferentes medidas, aunque no han entrado a negociar fórmulas concretas.

La caída de la demanda, que está castigando a todo el sector del transporte aéreo, coincide en el caso de Spanair con un proceso de renovación de flota: desde otoño y a lo largo de 2010 finalizan los contratos de leasing o arrendamiento de 13 de sus aviones MD, que en principio deben ser sustituidos por modelos de Airbus, pero la aerolínea sólo los reemplazará en función de cómo evolucione su actividad. El eventual recorte es paralelo al traslado de la sede de la compañía de Palma a Barcelona, una vez ha sido comprado por inversores catalanes. La mudanza de los servicios centrales supone el traslado de 382 trabajadores. Unos 106 permanecerán en Palma.

Los sindicatos consideran el expediente de movilidad presentado por la aerolínea como un expediente de regulación "encubierto", una tesis que cuenta con el apoyo del Gobierno de Baleares, y por ello han recurrido el proceso ante el Ministerio de Trabajo. La plantilla de los servicios centrales de Palma está llamada a la huelga indefinida a partir de la primera semana de agosto.

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