Mueren dos 'marines' de Estados Unidos en Afganistán
Dos marines estadounidenses murieron el sábado en la explosión de sendas bombas colocadas en la carretera, según informó ayer el Ejército estadounidense en Kabul. Este tipo de artefactos es la primera causa de mortalidad entre las tropas extranjeras. Un tercer soldado de las fuerzas de la OTAN destacadas en el sur de Afganistán falleció el viernes por las heridas sufridas en un ataque anterior. No se ha dado a conocer su nacionalidad.
Miles de marines estadounidenses y cientos de tropas británicas, así como un numeroso contingente de soldados afganos, combaten desde princi...
Dos marines estadounidenses murieron el sábado en la explosión de sendas bombas colocadas en la carretera, según informó ayer el Ejército estadounidense en Kabul. Este tipo de artefactos es la primera causa de mortalidad entre las tropas extranjeras. Un tercer soldado de las fuerzas de la OTAN destacadas en el sur de Afganistán falleció el viernes por las heridas sufridas en un ataque anterior. No se ha dado a conocer su nacionalidad.
Miles de marines estadounidenses y cientos de tropas británicas, así como un numeroso contingente de soldados afganos, combaten desde principios de mes en la sureña provincia de Helmand, uno de los bastiones de los talibanes y la principal zona productora de opio, cuyos beneficios financian la insurgencia. El objetivo es recuperar el control de los núcleos de población.
Otros siete soldados estadounidenses murieron la semana pasada en diversos ataques en el país, cuatro de ellos por una sola bomba en el norte de Kunduz. Las tropas británicas, que combaten en Helmand, también ha sufrido bajas: 15 soldados en 10 días.
Reino Unido ha perdido 184 soldados en Afganistán, cifra que supera los 179 muertos en Irak desde marzo de 2003.
El número de soldados estadounidenses muertos en este país centroasiático es de 703. En Irak han fallecido 4.304, la cifra más alta desde la guerra de Vietnam. EE UU trata de exportar a Afganistán sus recientes éxitos en Irak, basados en un incremento de tropas (antes de final de año tendrá desplegados 68.000), el control de las ciudades y la utilización de milicias locales que conocen el terreno y saben quién es el enemigo, reduciendo los errores que se producen con los bombardeos aéreos.