La crisis obliga a reducir la cuantía de los presupuestos por primera vez

Los recortes no afectarán a las políticas sociales ni a la reactivación de la economía

La economía no está dispuesta a ponérselo fácil al Gobierno de Patxi López y el cambio de rumbo en las políticas públicas que tiene previsto acometer en la comunidad autónoma. Y es que la crisis no le da tregua. La caída de la recaudación fiscal debido al pinchazo en la actividad en casi todos los sectores, con el industrial a la cabeza, va a provocar que el Gobierno vasco, por primera vez en su historia, presente el próximo año un presupuesto inferior al del ejercicio precedente. Ni en los peores momentos de las crisis industrial de los años 80 ni en la recesión de los primeros 90 el Ejecutiv...

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La economía no está dispuesta a ponérselo fácil al Gobierno de Patxi López y el cambio de rumbo en las políticas públicas que tiene previsto acometer en la comunidad autónoma. Y es que la crisis no le da tregua. La caída de la recaudación fiscal debido al pinchazo en la actividad en casi todos los sectores, con el industrial a la cabeza, va a provocar que el Gobierno vasco, por primera vez en su historia, presente el próximo año un presupuesto inferior al del ejercicio precedente. Ni en los peores momentos de las crisis industrial de los años 80 ni en la recesión de los primeros 90 el Ejecutivo había tenido que dar un paso atrás en el capítulo presupuestario. El Consejo de Gobierno aprobó ayer el límite de gasto para el presupuesto de 2010 con el planteamiento inicial de una reducción del 6% con relación al de 2009, aunque el recorte no será lineal.

El gasto de personal, que supone el 37% del presupuesto, no se recortará Plantilla
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Es decir, no todos los departamentos se verán afectados por igual, debido a las prioridades de gasto que tiene el Ejecutivo. Los recortes no salpicarán a las políticas sociales (educación, sanidad, Ley de Dependencia, renta básica) ni a las destinadas a la reactivación de la economía, como la financiación a las empresas y el impulso del I+D+i (investigación, desarrollo e innovación). Lo que tampoco se tocará son los gastos de personal. El Gobierno ha descartado aplicar una congelación del sueldo de los funcionarios, que representa el 37% de los 10.568 millones de euros del presupuesto de 2009, unos 3.650 millones (el Gobierno paga alrededor de 80.000 nóminas entre personal fijo y eventual). Por lo tanto, la tijera se meterá en el resto de las partidas, y especialmente en los gastos corrientes y transferencias.

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, ya adelantó hace dos semanas una primera estimación que apuntaba a una disminución del presupuesto del 5%. Sin embargo, esa apreciación se ha quedado corta y, a falta de conocer más datos macroeconómicos a la vuelta del verano, la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, ya elevó ayer esta estimación hasta el 6%. Según Mendia, el Ejecutivo debe reconducir la política presupuestaria hacia sus posibilidades reales. Esto se traduce en inevitables recortes. Y es que si 2008 fue negativo para la recaudación fiscal -cayó el 6,8%: 938 millones de euros menos que en 2007 y 1.450 por debajo de las previsiones presupuestarias realizadas por las instituciones (una desviación del 10%-, el comportamiento de los impuestos este año va a ser todavía peor. La contracción del consumo y los numerosos aplazamientos de pagos solicitados por las empresas son las principales claves del recorte. En mayo pasado, las diputaciones habían recaudado un 17% menos que en 2008.

A todo esto hay que añadir, que el nuevo Gobierno se ha encontrado con que ha tenido que arrancar con siete de cada 10 euros del presupuesto de 2009 ya comprometidos. Ese alto grado de ejecución de las cuentas que legó el equipo de Juan José Ibarretxe le esta creando numerosas complicaciones.

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