Lluís Pasqual dirige sus primeras zarzuelas en el Teatro Arriaga

El director renueva los montajes de 'La viejecita' y 'Chateau Margaux'

El director de teatro Lluís Pasqual descubrió la zarzuela escuchando la radio con su tía en las noches de sábado. A los nueve años ya se sabía de memoria el texto y las canciones de La viejecita, que le gustaba cantar a su padre. Pero en 40 años de carrera profesional nunca había entrado en el terreno de la zarzuela. El director artístico del Teatro Arriaga, Emilio Sagi, le propuso dirigir un programa doble de zarzuela y aceptó. El próximo martes estrenará La viejecita y Chateau Margaux, dos títulos de Manuel Fernández Caballero que han sido coproducidos por el Arriaga, el...

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El director de teatro Lluís Pasqual descubrió la zarzuela escuchando la radio con su tía en las noches de sábado. A los nueve años ya se sabía de memoria el texto y las canciones de La viejecita, que le gustaba cantar a su padre. Pero en 40 años de carrera profesional nunca había entrado en el terreno de la zarzuela. El director artístico del Teatro Arriaga, Emilio Sagi, le propuso dirigir un programa doble de zarzuela y aceptó. El próximo martes estrenará La viejecita y Chateau Margaux, dos títulos de Manuel Fernández Caballero que han sido coproducidos por el Arriaga, el Festival Grec de Barcelona y el Teatro Campoamor de Oviedo.

Los títulos que propuso Sagi evocaron los años de la infancia de Pasqual. "Amábamos la zarzuela sin saber siquiera quienes eran los compositores", recordó. Ahora sigue admirando la belleza de su zarzuela, a pesar de lo mal que han envejecido los libretos. Chateau Margaux, estrenada en 1887, cuenta la historia de un recién casado que ve como su esposa y su criado ponen en peligro la herencia de unos tíos ricos. A Pasqual el argumento no le convencía y decidió transformarlo en un concurso de radio, al estilo de los años 50 del siglo XX. El actor Jesús Castejón se convierte en el vehemente presentador del concurso, al estilo de los grandes de la época, como Bobby Deglané. Su misión, explicó el director, es hacer soñar a la audiencia hasta imaginar que están en un salón rodeados de glamour y lujo.

Pasqual ha respetado el hilo argumental de su querida La viejecita, en la que es protagonista un joven que se disfraza de anciana para acercarse a la mujer de la que se ha enamorado. El final es feliz: consigue que su amor sea correspondido. Los dos títulos pertenecen al género chico, del que agrupa a las zarzuelas de duración breve, aproximadamente una hora. Las dos piezas se unirán en una función sin descanso.

¿Por qué la dirección de zarzuela se ha retrasado tanto en la carrera de Pasqual? No por prejuicios, aseguró el director. "No he hecho zarzuela para no estropearla", añadió. Quería huir de la caricatura que se espera de "un director al que se supone cierto componente intelectual" y mantener la frescura, la ingenuidad y el carácter popular del género. Y se acercó a la zarzuela "con pureza", escuchándola con oídos de niño. "Lo más difícil es conseguir el tono, el equilibrio entre la interpretación y la música", explicó. "Y que no digan: 'mira que astracanada hacían".

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