Reportaje:Econonía global

Chávez tensa la cuerda en Argentina

Los empresarios se enfrentan a Cristina Fernández por las nacionalizaciones en Venezuela

El Gobierno argentino, que el año pasado se enfrentó a buena parte de los agricultores, ahora recibe la crítica de la industria. Esta vez no debate sobre impuestos ni con un colectivo que le fuera hostil. La alianza que los Kirchner habían tejido con el sector manufacturero hace seis años se rasga por la amistad que mantienen con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que el 22 de mayo nacionalizó tres siderúrgicas del principal grupo económico de Argentina, Techint.

Techint ya había sufrido la reestatalización de una de sus fábricas de acero en Venezuela, Sidor, el año pasado. Despué...

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El Gobierno argentino, que el año pasado se enfrentó a buena parte de los agricultores, ahora recibe la crítica de la industria. Esta vez no debate sobre impuestos ni con un colectivo que le fuera hostil. La alianza que los Kirchner habían tejido con el sector manufacturero hace seis años se rasga por la amistad que mantienen con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que el 22 de mayo nacionalizó tres siderúrgicas del principal grupo económico de Argentina, Techint.

Techint ya había sufrido la reestatalización de una de sus fábricas de acero en Venezuela, Sidor, el año pasado. Después de una larga y tensa negociación por la indemnización, en la que medió el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Venezuela y el grupo argentino acordaron el 7 de mayo pasado un resarcimiento de 1.950 millones de dólares (1.400 millones de euros). Nadie imaginaba lo que el presidente venezolano iba a anunciar semanas después: "La empresa Matesi

La presidenta desoye la petición de impedir las expropiaciones
Caracas ha dado combustible y dinero a Argentina en tiempos de crisis

[controlada por Techint], nacionalícese; Comsigua

[japonesa, con una participación minoritaria del grupo argentino], nacionalícese; (...)

Tubos Tavsa, nacionalícese".

De inmediato reaccionó el portavoz de Techint y vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Luis Betnaza, que puso en duda la vocación de integración suramericana de Venezuela. En los últimos años, el Gobierno de Chávez le ha suministrado a los de Néstor Kirchner (2003-2007) y de su esposa fueloil durante las crisis energéticas y financiamiento cuando el mercado no les prestaba y ellos no querían préstamos con condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). "Con esto, ninguna empresa argentina va a poner un peso más en Venezuela", dijo Betnaza, y no descartó que las nuevas estatalizaciones fueran a perjudicar a los Kirchner en las elecciones legislativas del próximo día 28. De momento, Techint es la única empresa argentina perjudicada por las más de 120 nacionalizaciones que ha emprendido Chávez desde 2007. La Unión Industrial y otras patronales argentinas han pedido al Gobierno de su país que interviniese para revertir las expropiaciones. Sin embargo, la Administración de Fernández les aclaró que se trataba de una decisión "soberana" de Venezuela. La jefa de Estado prometió que intercedería para que el grupo presidido por el empresario de origen italiano Paolo Rocca fuera indemnizado, pero no dejó de criticarlo porque la primera cuota del resarcimiento por Sidor, de unos 400 millones de dólares (287 millones de euros), fue depositada en un banco alemán y no en Argentina. Kirchner, candidato a diputado en los próximos comicios, añadió más contra Techint: "Hay crisis para no pagar los 27 millones de dólares que le debe a sus trabajadores, pero no hay crisis para que la empresa retire seis millones de rentabilidad". Techint emitió un comunicado de desmentida al ex presidente.

Los grandes empresarios argentinos han quedado disconformes con su Gobierno. Incluso algunos difundieron el rumor de que Argentina se chavizaría después de las elecciones y recordaron que los Kirchner no han tenido complejos para nacionalizar Aerolíneas Argentinas (de Marsans) o los fondos de pensiones privados (entre ellos, el de

BBVA), con sus respectivas participaciones en decenas de empresas, en las que han nombrado funcionarios en los consejos de administración (por ejemplo, en la filial de Gas Natural). Sin embargo, Kirchner intentó despejar dudas el pasado lunes en un acto de campaña: "El Gobierno venezolano se ha portado muy bien con Argentina en reiteradas veces, pero el modelo venezolano no es el modelo argentino".

La Unión Industrial y otras patronales redoblaron la presión el pasado día 2 en una reunión convocada por la oposición para analizar el conflicto en la Comisión de Mercosur de la Cámara de Diputados. Los empresarios reiteraron allí su petición de que Argentina revise el ingreso de Venezuela en Mercosur, decisión que ya fue ratificada por su Parlamento y el de Uruguay, pero aún no por los de Brasil y Paraguay. La cúpula de la UIA repitió el pasado jueves su rechazo al socialismo de Venezuela en el mercado común suramericano en un viaje a Washington que organizó para encontrarse con su homóloga de EE UU y con funcionarios del Gobierno de Barack Obama y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La tensión entre Venezuela y Argentina se había agravado a finales de mayo, después de las nacionalizaciones, cuando Chávez visitó Brasil, donde solicitó un préstamo de 4.300 millones de dólares (3.093 millones de euros) del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para afrontar una coyuntura en la que sus recursos se redujeron por el abaratamiento del petróleo respecto del año anterior. En una reunión a puerta cerrada en Salvador con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quedaron los micrófonos abiertos y la prensa escuchó que Chávez dijo: "Estamos en una fase de nacionalización de empresas en el país (...), menos de las brasileñas".

Fernández se comunicó al día siguiente por teléfono con su par venezolano para pedirle una aclaración. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela respondió en un comunicado que su presidente estaba bromeando y para confirmarlo citó un teletipo de la agencia francesa AFP: "En un ambiente distendido, Chávez llegó a bromear con Lula, al narrar que Venezuela pasaba por una fase de nacionalizaciones, menos de las empresas brasileñas, provocando una carcajada general en la reunión". El Gobierno argentino se dio por satisfecho con la explicación. Techint, en tanto, amenaza con demandar a Venezuela en tribunales internacionales. -

Hugo Chávez y Cristina Fernández de Kirchner se disponen a dar una rueda de prensa en la Casa Rosada de Buenos Aires, el pasado 15 de mayo.REUTERS

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