Lola Beccaria: "Las cosas importantes no salen a la primera"

La escritora presenta una novela sobre el amor a través de Internet

Los fracasos -los amorosos, en este caso- resultan duros, pero de ellos se puede extraer más sabiduría que de las victorias, si no se cede a la resignación. Es lo que Lola Beccaria (Ferrol, 1963) llama "la filosofía del batacazo". Una forma de pensar que está presente en su quinta novela, El arte de perder (Planeta), desde el mismo momento de su génesis. Beccaria presentó ayer en Bilbao su última obra, con la que se alzó ganadora, el pasado mes de febrero, del Premio Azorín. Un compendio de derrotas -¿hasta la victoria final?- que surge a partir de una "investigación de las nuevas forma...

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Los fracasos -los amorosos, en este caso- resultan duros, pero de ellos se puede extraer más sabiduría que de las victorias, si no se cede a la resignación. Es lo que Lola Beccaria (Ferrol, 1963) llama "la filosofía del batacazo". Una forma de pensar que está presente en su quinta novela, El arte de perder (Planeta), desde el mismo momento de su génesis. Beccaria presentó ayer en Bilbao su última obra, con la que se alzó ganadora, el pasado mes de febrero, del Premio Azorín. Un compendio de derrotas -¿hasta la victoria final?- que surge a partir de una "investigación de las nuevas formas de amar" que ofrecen las nuevas tecnologías.

La palabra como herramienta de seducción está en el centro de esta novela que habla del amor "virtual" intercalando mensajes SMS y correos electrónicos en la narración. "De alguna manera", explica Beccaria, "entronca con la tradición de la novela epistolar", pero, actualizándola. "No son cartas de amor. Tienen un estilo muy diferente, motivado por la inmediatez. El deseo erótico que transmiten es inmediato, lo cual es de una efectividad provocadora impresionante", explica. Por eso, añade, "hay gente adicta, que sólo quiere eso y que ha renunciado a las relaciones reales".

La Red "sirve de aperitivo, pero nunca sustituye al banquete"

La novela relata la vida sentimental de Sara, una restauradora de arte de 40 años que decide, tras varios desengaños, intentar encontrar a través de Internet al hombre que comparta con ella su modo de entender las relaciones. Beccaria, que trabaja como lingüista en la Real Academia Española, no esconde que hay parte autobiográfica tras esta ficción: "Oí una estadística que decía que el 60% por ciento de las parejas actuales se hacían a través de la Red. Me pareció increíble, así que me apunté en un portal de búsqueda de relaciones. En el mejor de los casos encontraría una pareja, y, en el peor, escribía una novela".

La escritora señala que en el momento de comenzar aquella experiencia acababa de sufrir varios "batacazos" -amorosos también- y que "necesitaba contarlo" para terminar de superar el bache. "Quería", añade, "dirigirme a quienes están sufriendo situaciones de pérdida. O de amor imposible". La novelista define su último libro como un "elogio" a estas personas. Sobre todo, a las que no dejan de luchar a pesar de seguir perdiendo. "El éxito, la ganancia, está en boca de todos. Nunca se habla de las derrotas y de las pérdidas. Las escondemos avergonzados debajo de la alfombra. En el currículum sólo aparecen los logros, no los intentos fallidos. Pero las cosas importantes de la vida tardan en llegar, no salen a la primera", concluye Beccaria, autora también de Una mujer desnuda y La luna en Jorge (finalista del Premio Nadal en 2001), entre otras novelas.

En cuanto a su investigación sobre el amor electrónico, Beccaria extrae dos conclusiones principales. Por un lado, mantiene que Internet "es muy útil", sobre todo para aquellas personas que piensan que "a partir de determinada edad, resulta patético intentar ligar en una discoteca". Por el otro constata que "el intercambio" de SMS, e-mails o el chat sirven sólo como antesala: "Vale como aperitivo, pero nunca puede sustituir al banquete que es el encuentro real, el polvo enamorado".

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