CÁMARA OCULTA

Rumbo a peor

A los cortometrajes, ya se sabe, ni pan ni agua, aunque ciertos festivales importantes les presten atención. Por ejemplo, en el de Cannes que se está celebrando estos días compite un cortometraje español realizado por Alex Brendemühl, actor de películas peculiares, entre ellas Las horas del día, de Jaime Rosales, o Yo, de Rafa Cortés, de la que Brendemühl fue guionista y actor principal, ambas premiadas en festivales internacionales. Rumbo a peor, que es el título de su corto, no oculta el afán de rendir homenaje al dramaturgo Samuel Beckett, no sólo tomando el título de u...

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A los cortometrajes, ya se sabe, ni pan ni agua, aunque ciertos festivales importantes les presten atención. Por ejemplo, en el de Cannes que se está celebrando estos días compite un cortometraje español realizado por Alex Brendemühl, actor de películas peculiares, entre ellas Las horas del día, de Jaime Rosales, o Yo, de Rafa Cortés, de la que Brendemühl fue guionista y actor principal, ambas premiadas en festivales internacionales. Rumbo a peor, que es el título de su corto, no oculta el afán de rendir homenaje al dramaturgo Samuel Beckett, no sólo tomando el título de una de sus obras, sino también por su esencia del absurdo y el desamparo. Rumbo a peor es una película de doce minutos que se la juega en un festival de la importancia de Cannes, pero que con toda probabilidad será poco vista en España. Mientras se escribe mucho del boom de los cortos, nuestra realidad no acaba de hacerse eco de tal fenómeno.

Algo parecido puede acabar ocurriéndoles a los dos largometrajes españoles que participan en Semana de la Crítica, sección en la que se muestran obras valiosas de directores nuevos. Una de ellas, Hierro, del madrileño Gabe Ibáñez, está fuera de concurso al haber sido seleccionada por los padrinos de esta edición de la Semana, los directores españoles Fresnadillo y Bayona. La segunda, ésta a concurso, Mal día para pescar, es una coproducción dirigida por el uruguayo Álvaro Brechner. Me temo que esta estupenda película pueda pasar luego sin pena ni gloria por las salas españolas. No tiene en su reparto figuras de esplendor aunque su protagonista, Gary Piquer, dé muestras de un talento poco reconocido hasta ahora. Tampoco importará que la película sea valiosa: sucede a menudo. Concurran o no en Cannes, hay muchas películas que no logran cruzar la frontera entre el no aprecio y el reconocimiento.

Sin embargo, existen cineastas que tratan de vencer tales obstáculos. Ahí está Eduardo Chapero-Jackson, cuyo corto Alumbramiento fue galardonado en los premios europeos 2007. Va a exhibir el mes que viene sus tres cortos juntos en salas comerciales como si se tratara de un largo, por la mitad del precio de una entrada. Son muchachos de talento que tienen que hacer algo para que no vaya su rumbo a peor. Suerte.

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