La gran fiesta de la solidaridad

La Fundació Catalana de l'Esplai (FCE) celebró ayer una gran fiesta para lograr que ningún niño se quede sin colonias este verano. El parque Nou de El Prat de Llobregat, en el barrio de San Cosme, albergó ayer un sinfín de actividades para todas las edades. La FCE lleva 23 años congregando a los niños de sus 113 centros de esplai en una fiesta que celebra el fin de curso y da el pistoletazo de salida a la campaña de verano. Las colonias, campos de trabajo, campamentos, rutas e intercambios que este año organizará la Fundació tendrán 54.000 plazas, repartidas en 250 actividades.

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La Fundació Catalana de l'Esplai (FCE) celebró ayer una gran fiesta para lograr que ningún niño se quede sin colonias este verano. El parque Nou de El Prat de Llobregat, en el barrio de San Cosme, albergó ayer un sinfín de actividades para todas las edades. La FCE lleva 23 años congregando a los niños de sus 113 centros de esplai en una fiesta que celebra el fin de curso y da el pistoletazo de salida a la campaña de verano. Las colonias, campos de trabajo, campamentos, rutas e intercambios que este año organizará la Fundació tendrán 54.000 plazas, repartidas en 250 actividades.

Con el sol brillando a ratos, y todo el parque para sus actividades, más de 12.000 personas entre niños, padres, monitores y vecinos se reunieron en más de 50 actividades. Para los más pequeños, multitud de hinchables en los que divertirse, talleres de música, actividades deportivas y espectáculos de magia; para los padres había entre otros entretenimientos un futbolín humano gigante y un concurso gastronómico. "El parque nos da un espacio para hacer la fiesta y unirnos con la población de El Prat, que nos acoge", ilustra la directora de la FEC, Montserrat Ginés.

"La fiesta es preciosa. Los niños van con sus grupos de esplai, con sus monitores, ellos se lo pasan bien y los padres también", opina Marta Barahona, madre de dos pequeños de cuatro y ocho años.

Barahona, en paro, es una de las destinatarias de Un verano para todos, la campaña que centró la fiesta de ayer. El objetivo del Esplai es que ningún niño se quede sin colonias, por lo que, a los 50.000 euros que anualmente destina a becas, añadirá los que consiga recaudando fondos. La Fundació prevé que para sufragar todas las solicitudes de becas necesitará 200.000 euros, por lo que ha abierto cuentas bancarias para recibir las aportaciones. "Ya hace años que ofrecemos becas, pero con la situación actual debemos aumentar las prestaciones. Las colonias son una actividad de la que no se puede prescindir", explica Ginés.

Barahona ha solicitado la ayuda: "Las colonias son muy importantes. Los niños aprenden experiencias nuevas, desarrollan su propia autonomía y adquieren unos valores diferentes de los que se les puede enseñar en casa. Haría cualquier cosa para que mis hijos puedan ir a su campamento". Las colonias de sus hijos le costarán entre 250 y 300 euros, una cifra que menguará (las becas cubrirán la mitad o la totalidad del coste) si se aprueba su solicitud. Mari Carmen Segura, otra madre que ha pedido la ayuda, apostilla: "Las colonias deberían ser obligatorias. Son una gran experiencia para los niños".