El PNV "tomará la iniciativa" ante un Gobierno que "no sabe cómo empezar"

El nuevo Gobierno ya es una realidad tras la toma de posesión ayer de todos sus integrantes, pero el PNV sigue sosteniendo que se dispone a liderar Euskadi. Su presidente, Iñigo Urkullu, aseguró ayer en un mitin en Bermeo que su formación va a "tomar la iniciativa" para salir de la crisis porque en el PSE y el Ejecutivo socialista "no saben ni cómo empezar. Están perdidos".

Ante cerca de 200 personas que luego celebraron una fiesta de militantes peneuvistas de la comarca vizcaína de Busturialdea, Urkullu volvió a lamentar el "desalojo" de su partido del poder tras casi 30 años en Ajuria...

El nuevo Gobierno ya es una realidad tras la toma de posesión ayer de todos sus integrantes, pero el PNV sigue sosteniendo que se dispone a liderar Euskadi. Su presidente, Iñigo Urkullu, aseguró ayer en un mitin en Bermeo que su formación va a "tomar la iniciativa" para salir de la crisis porque en el PSE y el Ejecutivo socialista "no saben ni cómo empezar. Están perdidos".

Ante cerca de 200 personas que luego celebraron una fiesta de militantes peneuvistas de la comarca vizcaína de Busturialdea, Urkullu volvió a lamentar el "desalojo" de su partido del poder tras casi 30 años en Ajuria Enea, aunque dejó abierta la puerta a un diálogo con el Gobierno de Patxi López. "Trampa" y "engaño" fueron algunos de los calificativos usados por Urkullu para tildar el cambio en Euskadi. Se refirió a una estrategia iniciada en 2001 -con el pacto entre el popular Jaime Mayor Oreja y el socialista Nicolás Redondo Terreros, que propició la mayor movilización del voto nacionalista de la historia- que se "ha perfeccionado" para llegar al poder. "Han conseguido lo que querían. ¿Para qué? Ni lo saben, ni les importa. Lo importante es desalojar al nacionalismo", agregó rotundo.

Izaskun Bilbao opina que el cambio de poder "era un objetivo de Estado"

El líder peneuvista sostuvo que Juan José Ibarretxe, con quien los socialistas siempre dejaron claro que era inviable cualquier pacto, suponía sólo "la excusa" para no buscar un entendimiento entre el PNV y el PSE como ocurrió en los primeros años noventa. En el primer día del nuevo gobierno, Urkullu aseguró que los socialistas "no saben ni cómo empezar" y adelantó que su partido tomará la iniciativa y redoblará su actividad "con ilusión y sin resentimiento".

Mostró su disposición al diálogo con el nuevo Ejecutivo si éste quiere superar la crisis "por encima de intereses partidistas", trabaja por la paz "elevando el listón ético y democrático ante la violencia" y avanza en al autogobierno. "En este compromiso nos encontrará el señor López", anunció.

El mitin sirvió también para hacer campaña ante las próximas elecciones europeas del 7 de junio, que, en palabras de Urkullu, tienen una especial significación para su partido tras su salida del Ejecutivo. "Es la oportunidad para demostrar que somos la primera fuerza", aseveró antes de hacer su única referencia al ex lehendakari Ibarretxe: "Nos ha dejado una lección. Ha sabido gobernar y ganar unas elecciones como las pasadas".

El presidente peneuvista destacó la importancia de los comicios europeos para su formación frente al PSOE y el PP, de quienes apuntó que "no les interesa Europa, les interesa diluir el nacionalismo". En cambio, expresó que el PNV quiere que la UE sea más fuerte. "Es nuestro sitio y nuestro objetivo es hacer que la ikurriña ondee en Europa. Y lo vamos a conseguir", enfatizó.

Urkullu presentó a Izaskun Bilbao, la ex presidenta del Parlamento y candidata del PNV a las europeas como "la primera dama de Euskadi en Europa".

Bilbao, quien pidió el aplauso de los asistentes para Ibarretxe, también dedicó parte de su discurso al cambio. Criticó que la presidencia del Parlamento no haya recaído en su partido -"se han roto unos valores reconocidos desde el inicio de la democracia de respeto al partido más votado"- y, como Urkullu, censuró el desalojo del nacionalismo: "Era un objetivo de Estado. Nos les importaban tanto los problemas de la gente".

Respecto a Patxi López, dejó claro que se le debe rendir "respeto", pero resaltó: "Hasta ahora, sólo sabemos que no ha cumplido su palabra", toda vez que en la campaña electoral "dijo que no iba a pactar con el PP".