Reportaje:

Centurias de Pasión en Azkoitia

La celebración del Viernes Santo se remonta al siglo XVI - Zuloaga y Beobide colaboraron en un paso

Azkoitia, una de las villas con mayor solera de Guipúzcoa, enclave de gran tradición religiosa, pero en el que surgió el fermento ilustrado de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, no vive ajena al signo de los tiempos. Mañana, Viernes Santo, convivirán en sus calles una de las procesiones más celebradas de todo el País Vasco junto con la algarabía de quienes viven estas fechas como un oportuno periodo vacacional de primavera. Quizás la localidad no mantenga el recogimiento absoluto con el que se vivía la jornada hasta hace unos lustros, pero conserva toda la riqueza y la dignidad qu...

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Azkoitia, una de las villas con mayor solera de Guipúzcoa, enclave de gran tradición religiosa, pero en el que surgió el fermento ilustrado de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, no vive ajena al signo de los tiempos. Mañana, Viernes Santo, convivirán en sus calles una de las procesiones más celebradas de todo el País Vasco junto con la algarabía de quienes viven estas fechas como un oportuno periodo vacacional de primavera. Quizás la localidad no mantenga el recogimiento absoluto con el que se vivía la jornada hasta hace unos lustros, pero conserva toda la riqueza y la dignidad que ha marcado este día desde el siglo XVI.

Al menos, eso es lo que recogen las crónicas que recuerdan los actos que se celebran en estos días. Se remonta a finales del XVI, porque en esas fechas está datada la imagen del Cristo yacente que custodiaban los denominados "cofrades de la Santa Cruz". Pero lo cierto es que los actos del Viernes Santo, tal y como se conocen hoy, suponen una muestra más del fervor religioso del Barroco, en el XVIII. La mayor parte de los pasos que procesionarán mañana por las calles de la villa se adquirieron o se donaron en esa centuria.

El Santo Entierro se ha convertido en el principal elemento de impulso turístico

En los años veinte del pasado siglo se incorporan dos reconocidos artistas para enriquecer la imaginería de la procesión. Ignacio Zuloaga y Julio Beobide colaboran en la restauración de piezas antiguas y en la creación del paso de La Dolorosa. También participarán escultores locales, como Luis Querejeta o Miguel Oñederra. El respaldo de los vecinos a los actos de estos días se mantuvo intacto incluso durante la Segunda República. Es más, como recoge José Ángel Romo Guijarro en su trabajo La Semana Santa en Azkoitia, ante la proclamación del nuevo régimen, la mayoría de la corporación municipal (el PNV contaba con tres de los 17 ediles) declaró que el pueblo se consideraba católico, español y defensor de los fueros vascongados, por este mismo orden, "siendo el elemento fundamental, no el fuerismo, sino el catolicismo, y un catolicismo que se puede tildar de fundamentalista", explica Romo Guijarro.

Esta profunda vinculación con la religión católica de los azkoitiarras se mantiene hasta la actualidad, ya que las celebraciones religiosas no entrarán en crisis ni en los años ochenta, como sucedió en otras localidades vascas. Y así hasta este 2009, cuando volverán a vivirse los mismos actos que se han desarrollado cada Viernes Santo desde hace más de 200 años.

Para comenzar, el matinal Vía Crucis, creado por el conde de Peñaflorida, principal representante de aquellos Caballeritos de Azkoitia que crearon la Bascongada o la Universidad de Bergara. Y ya por la tarde, la procesión que recuerda la Pasión de Cristo, y al anochecher, la del Santo Entierro, quizás la más vistosa, y la que se ha convertido en el principal elemento del impulso turístico de la villa guipuzcoana en estos días.

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Los actos comienzan cuando se traslada el cuerpo de Cristo yacente, acompañado por la Dolorosa, desde el templo parroquial hasta la ermita de San Francisco en Goiko Kale. Los armatus rompen con los sobrecogedores golpes de sus lanzas sobre el suelo el silencio de la gente de Azkoitia, que va avanzando despacio con velas encendidas en las manos, mientras discurren los trece pasos por las principales calles de la localidad. La procesión concluye con la Marcha Fúnebre de Chopin interpretada por la banda, entre aromas de incienso, y la despedida cantando el Agur del músico local Aldalur.

La asistencia a estos actos se presentan como una excelente excusa para recorrer una villa centenaria, con especial atención a la iglesia de la Asunción, que cuenta con un espléndido retablo barroco. Y ello sin olvidar las casas torre de Balda y de Zubieta, de origen medieval, que reivindican la raigambre de la villa guipuzcoana.

Guía práctica

- Frontones Jorge Oteiza. Azkoitia mantiene sus tradiciones, pero también se implica en el mundo actual. Buena prueba es el complejo de frontones ideado por Oteiza, que se proyectan como futuro centro de la pelota, con seis recintos para sus diferentes modalidades.

- Dormir. Agroturismo Laja (943 853075); Hotel Larramendi (943 857666).

- Comer. Isidro Erretegia (943 852003); Iturri Jatetxea (943 85 0017); Errexil Erretegia (943 852888) y Otarre (943 853756).

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