Guardia y custodia
Tengo 44 años y he sido agente de policía local durante casi 20 años, cuerpo que tuve que dejar por enfermedad hace casi tres años. La ciudad donde ejercí mis funciones, Almendralejo, Badajoz, disponía de Depósito Municipal y algún servicio de custodia y conducción de detenidos he realizado.
La cosa es simple: ¡que alguien quiera hacer creer a la sociedad, de forma tan peregrina, que unos agentes de policía, sean del cuerpo que sean, reciben un auto de su señoría en el juzgado a donde han conducido al preso, lo leen y sin más le dicen: "Adiós, muy buenas, señor presunto delincuente... P...
Tengo 44 años y he sido agente de policía local durante casi 20 años, cuerpo que tuve que dejar por enfermedad hace casi tres años. La ciudad donde ejercí mis funciones, Almendralejo, Badajoz, disponía de Depósito Municipal y algún servicio de custodia y conducción de detenidos he realizado.
La cosa es simple: ¡que alguien quiera hacer creer a la sociedad, de forma tan peregrina, que unos agentes de policía, sean del cuerpo que sean, reciben un auto de su señoría en el juzgado a donde han conducido al preso, lo leen y sin más le dicen: "Adiós, muy buenas, señor presunto delincuente... Puede usted marcharse"... tiene que estar mal de la cabeza!
El protocolo formal que conlleva la puesta en libertad de un preso da para más de las 20 líneas que esta carta me permite, pero creo, que a nadie se le escapa que es de una maldad ingenua y torpe, intentar cargar las culpas de la forma que algunos intentan hacerlo contra "los policías que custodiaban al preso"... Otra más de jueces... y seguimos.