"Público sí, periodistas no"

Entrar en una sala para escuchar una vista pública, es decir, abierta a los ciudadanos, puede convertirse en tarea imposible si el que quiere hacerlo es un periodista. Eso es lo que ocurrió ayer, pero no en un país lejano con falta de seguridad jurídica o bajo un régimen poco democrático... Sucedió en Madrid.

La sección novena del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) inició la vista pública para debatir sobre la idoneidad de la reforma de los Estatutos de Caja Madrid con siete periodistas en la puerta. Según confesó a los presentes, el secretario, cumplía órdenes de Ramón Veró...

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Entrar en una sala para escuchar una vista pública, es decir, abierta a los ciudadanos, puede convertirse en tarea imposible si el que quiere hacerlo es un periodista. Eso es lo que ocurrió ayer, pero no en un país lejano con falta de seguridad jurídica o bajo un régimen poco democrático... Sucedió en Madrid.

La sección novena del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) inició la vista pública para debatir sobre la idoneidad de la reforma de los Estatutos de Caja Madrid con siete periodistas en la puerta. Según confesó a los presentes, el secretario, cumplía órdenes de Ramón Verón Olarte, presidente del Tribunal. Sólo podía dejar pasar a los ciudadanos-ciudadanos, pero no a los ciudadanos-periodistas. Tras un surrealista debate sobre la condición de los presentes, se coló un periodista de EL PAÍS camuflado de ciudadano-ciudadano.

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"Que no entre nadie y que no se moleste más. Cierre la puerta", abroncó Verón al infiltrado y al secretario, que parecía hacer las funciones de un portero de discoteca. Incluso, acabada la sesión, una funcionaria intentó impedir que el infiltrado hablara con los periodistas marginados, bajo confusas amenazas, lo que provocó una salida acelerada del edificio.

El incidente indignó a los periodistas que redactaron, e incluyeron en el Registro, una "profunda queja" dirigida al presidente del TSJM, Francisco Viera Morante. En el escrito constaba "el sincero malestar por una decisión que menoscaba el derecho a la libertad de información consagrado a la Carta Magna". Por alguna razón oculta, alguien quiere impedir que se escuche el debate sobre los Estatutos de Caja Madrid.

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