Un día entero sin poder descolgar el anuncio

No hay quien doblegue el cartel por segunda vez. Los bomberos visitaron ayer dos veces el barrizal a los pies del edificio de la avenida de América, 51. Pero el viento no les dejó trabajar. Todos cruzados de brazos, con la mirada en alto fija en el letrero descascarillado de Telefónica. Los restos de placas verdes que se descolgaron el miércoles aún reposaban ayer en el callejón. Y la grúa que debía ascender los 65 metros del edificio, parada en dos carriles de la A-2. "Si no podemos garantizar la seguridad de los trabajadores no vamos a descolgarlo", explicaba resignado en un corro el jefe de...

No hay quien doblegue el cartel por segunda vez. Los bomberos visitaron ayer dos veces el barrizal a los pies del edificio de la avenida de América, 51. Pero el viento no les dejó trabajar. Todos cruzados de brazos, con la mirada en alto fija en el letrero descascarillado de Telefónica. Los restos de placas verdes que se descolgaron el miércoles aún reposaban ayer en el callejón. Y la grúa que debía ascender los 65 metros del edificio, parada en dos carriles de la A-2. "Si no podemos garantizar la seguridad de los trabajadores no vamos a descolgarlo", explicaba resignado en un corro el jefe de los bomberos. Para bajarlo deben trocear la estructura en varias partes con un soplete. La tarea es lenta. Y requiere que no sople una brizna de aire. Ayer no era el día.

Parte de la valla, doblada por un lateral, pendulaba a mediodía por los envites del viento. Por la mañana reforzaron la estructura, que pesa más de 500 kilos, sujeta desde el accidente con cinco cordones de acero, según un portavoz de Emergencias Madrid, que aseguró que la valla "está perfectamente asegurada". Por la tarde desistieron. Se esperaban vientos de hasta 40 kilómetros por hora. Hoy volverán a intentarlo.