Felipe González: "El PNV necesita recomponerse 8 años en la oposición"

Felipe González aspira a todo. En directo parece exudar rebeldía e inconformismo por los cuatro costados. Pero sobre todo confianza en el candidato socialista y su apuesta por una Euskadi incluyente. Por eso ayer pidió en el Astelena, 33 años después del primer mitin de la democracia en ese frontón, una movilización sin precedentes y un "voto contundente" para que Patxi López gobierne con holgura no una sino dos legislaturas en Euskadi. El tiempo que, según el ex presidente, necesita el PNV para repensarse y "recomponerse" y volver a recoger su mejor tradición, que ayer ensalzó abiertamente. L...

Felipe González aspira a todo. En directo parece exudar rebeldía e inconformismo por los cuatro costados. Pero sobre todo confianza en el candidato socialista y su apuesta por una Euskadi incluyente. Por eso ayer pidió en el Astelena, 33 años después del primer mitin de la democracia en ese frontón, una movilización sin precedentes y un "voto contundente" para que Patxi López gobierne con holgura no una sino dos legislaturas en Euskadi. El tiempo que, según el ex presidente, necesita el PNV para repensarse y "recomponerse" y volver a recoger su mejor tradición, que ayer ensalzó abiertamente. La de los "Leizaola, Ajuriaguerra, e Imaz" -al que citó dos veces en su intervención, una de ellas para recordar que fue "liquidado" por su propia gente-, frente a la "década pérdida" del Pacto de Lizarra (1998-2008). "Ya es hora de que el PNV pase a la oposición; no pasa nada, lleva 30 años" en el poder. Es la regla de la democracia "aceptar la derrota", les recordó al PNV y a Ibarretxe. Y les pidió tranquilidad porque van a perder "por los votos, no por las botas [los golpes militares], ni por las pistolas". "Pero no tienen pinta de saber perder, por eso meten miedo a la gente", acusó abiertamente el ex líder socialista.

López recalca que van a gobernar desde Euskadi, no desde Madrid

La regla de la democracia es "aceptar la derrota", enfatizó González

33 años después del primer mitin de la democracia, el ex presidente volvió a la villa armera para insuflar ánimos. Animó, casi por decreto, a los socialistas vascos a creer en la victoria, aunque parte de su discurso lo empleó en explicar, ante las caras un tanto perdidas del público, la "crisis sistémica" y global en la que se encuentra el mundo. Y les conminó a que pidan el voto "a todo el mundo": a los nacionalistas moderados y a los asqueados de una Ezker Batua plegada a las políticas soberanistas, según los socialistas. "Tenemos que ganar para asegurar la convivencia y una política incluyente" en el País Vasco.

González presume de memoria. Y ayer aprovechó para echar la moviola once años atrás y contestar al líder del sector soberanista del PNV, Joseba Egibar, que recientemente llamó a González "dinosaurio". El ex presidente le echó en cara sus pactos con ETA-Batasuna en febrero de 1998, que alumbraron en septiembre el pacto de Lizarra y la posterior tregua de la organización terrorista. En esas negociaciones, según González, Egibar pactó la "liquidación" del Gobierno que Ardanza mantenía con los socialistas y la apertura de la etapa de acumulación nacionalista "Una década perdida", frente a los gobiernos transversales que habían compartido socialistas y peneuvistas en Euskadi. Y cuando retomó esta idea un poco después, acusó a Egibar de estar entonces "pactando con ETA-Batasuna incluso quién iba a ser el

lehendakari de Euskadi".

No dejó el estrado sin dar un último consejo a Patxi López. "No cedas a la tentación de no ser candidato a lehendakari. Es tu responsabilidad, cúmplela", dijo aludiendo así a las posibles presiones que puedan venirle de Madrid tras el 1-M. López ya había dejado claro en su intervención que "esa frecuencia no llega aquí". "Los socialistas vamos a gobernar no desde Madrid, desde Ajuria Enea", y desde "todos y cada uno de los pueblos y ciudades de este país". Y a ETA le dijo que "pierda toda esperanza, que no nos va a doblegar con la violencia".