Zapatero mima al Vaticano para neutralizar a los obispos

El 'número dos' del Papa se vio con el Rey, el presidente y parte del Gobierno - De la Vega explicó a Bertone la ley de libertad religiosa y la reforma del aborto

El Gobierno sigue tratando con pies de plomo y guantes de seda las relaciones con el Vaticano. Con esa estrategia, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero intenta cuidar y mimar sus lazos directos con Roma para neutralizar en lo posible la influencia de la Conferencia Episcopal Española, que ha protagonizado duros enfrentamientos con el Ejecutivo socialista. La llegada a España del número dos del Vaticano, Tarcisio Bertone, que se anunció como privada, se convirtió ayer en una visita del más alto nivel diplomático. El secretario de Estado o ministro de Exteriores de la Santa Sede fue...

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El Gobierno sigue tratando con pies de plomo y guantes de seda las relaciones con el Vaticano. Con esa estrategia, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero intenta cuidar y mimar sus lazos directos con Roma para neutralizar en lo posible la influencia de la Conferencia Episcopal Española, que ha protagonizado duros enfrentamientos con el Ejecutivo socialista. La llegada a España del número dos del Vaticano, Tarcisio Bertone, que se anunció como privada, se convirtió ayer en una visita del más alto nivel diplomático. El secretario de Estado o ministro de Exteriores de la Santa Sede fue recibido en La Moncloa con exquisita cortesía y diplomacia por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien evitó en todo momento los asuntos espinosos que levantan chispas con Roma, como la reforma de la ley del aborto. Fue a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega a la que le correspondió explicar ese proyecto, la legislación sobre educación o la ley de libertad religiosa, pero garantizó al cardenal Bertone la neutralidad educativa del Estado. Después, Bertone almorzó con el Rey, el presidente y el ministro de Exteriores.

Zapatero, que estuvo más de una hora con el cardenal, le trasladó una invitación al papa Benedicto XVI para que acuda a Santiago de Compostela en 2010. Para el Gobierno, "se ha abierto una etapa de diálogo más constructivo" con el Vaticano.

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Bertone (izquierda) y Zapatero entran en La Moncloa con el nuncio.G. LEJARCEGI

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