"Resignación, no se puede hacer nada"

El fuerte viento con rachas de hasta 130 kilómetros por hora, acabó tumbando dos torres de alta tensión que transportaban 130.000 voltios que provocaron de inmediato un virulento incendio que se propagó como la pólvora. En cuestión de segundos una espectacular columna de humo alertaba del peligro.

El fuego se originó en la urbanización El Copet, de La Nucia, una localidad del prelitoral de Benidorm, que alberga en su extenso término municipal unas 40 urbanizaciones. La virulencia de las llamas, y sobre todo el humo, obligó a evacuar como medida de precaución las viviendas de unas 14.000...

El fuerte viento con rachas de hasta 130 kilómetros por hora, acabó tumbando dos torres de alta tensión que transportaban 130.000 voltios que provocaron de inmediato un virulento incendio que se propagó como la pólvora. En cuestión de segundos una espectacular columna de humo alertaba del peligro.

El fuego se originó en la urbanización El Copet, de La Nucia, una localidad del prelitoral de Benidorm, que alberga en su extenso término municipal unas 40 urbanizaciones. La virulencia de las llamas, y sobre todo el humo, obligó a evacuar como medida de precaución las viviendas de unas 14.000 personas de 15 urbanizaciones diferentes (Copet, Panorama, Maylan, El Balcón de Benidorm, El Convent de les Monges). El fuego, al cierre de esta edición, estaba sin control afectando a los términos de Polop, Benidorm, Alfàs del Pi y Finestrat y sin estimación alguna sobre la superficie arrasada.

Las llamas llegaron a afectar a cuatro o cinco chalés como el de Miguel que vio arder su parcela de 3.000 metros en la urbanización Los Hibiscus. "No se puede hacer nada, resignación". El fuego también afectó a una nave del centro de transferencia de residuos sólidos y al parque Terra Natura que protegió a los animales y cerró sus puertas. Los hoteles del complejo Villaitana también fueron desalojados.

El alcalde de La Nucia, Bernabé Cano, mostró la "impotencia" que sentían los vecinos afectados. "Están los helicópteros listos, toda la ayuda necesaria y no se puede controlar", se lamentó el edil, que recordó que cuando el viento sopla por encima de 80 kilómetros a la hora no pueden volar las aeronaves. Más de un millar de efectivos terrestres trabajan para intentar controlar el fuego. La Unidad Militar de Emergencias también se incorporó a primera hora de la tarde a las labores de extinción, pero los constantes cambios de la dirección en la que soplaba el viento dificultaron sobremanera su trabajo. Varios bomberos fueron atendidos por inhalación de humo. El fuego también obligó a desalojar un centenar de ancianos de un geriátrico que fueron a un albergue provisional habilitado por la Cruz Roja en el que se instalaron 199 camas, 175 sacos de dormir y 145 mantas, así como ropa de abrigo y material higiénico. Un almacén municipal, un pabellón de deportes y la casa de cultura también fueron acondicionados.