Turismo elude hacer previsiones este año por la gran incertidumbre

La actividad ha resistido a la crisis, pero ha sufrido un descenso en noviembre

El turismo, el sector que mejor ha soportado hasta el momento la crisis económica y que ha sido uno de los pilares fundamentales del crecimiento en los últimos años en Andalucía, encara 2009 envuelto en incertidumbres sobre los límites de esta resistencia. El ejercicio de 2008 fue, en general, muy positivo, sobre todo si se pondera en la coyuntura general de crisis, pero el desplome de las estancias hoteleras del mes de noviembre inició la travesía de una de las peores temporadas bajas de los últimos años.

En el conjunto de los primeros 11 meses del año las pernoctaciones descendieron u...

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El turismo, el sector que mejor ha soportado hasta el momento la crisis económica y que ha sido uno de los pilares fundamentales del crecimiento en los últimos años en Andalucía, encara 2009 envuelto en incertidumbres sobre los límites de esta resistencia. El ejercicio de 2008 fue, en general, muy positivo, sobre todo si se pondera en la coyuntura general de crisis, pero el desplome de las estancias hoteleras del mes de noviembre inició la travesía de una de las peores temporadas bajas de los últimos años.

En el conjunto de los primeros 11 meses del año las pernoctaciones descendieron un 1,2% respecto al mismo período de 2007, pero si la comparación se limita sólo al mes de noviembre, la caída fue del 11%.

El Patronato de Turismo de la Costa del Sol es optimista para este ejercicio

Las circunstancias económicas dificultan afinar previsiones, más aún en una actividad tan dependiente del buen comportamiento de las demás, y la Consejería de Turismo, Comercio y Deportes incluso ha renunciado a hacerlas. "Estamos esperanzados en que vamos a seguir resistiendo, pero también tendremos que fortalecernos con nuevas estrategias y enfoques para buscar al nuevo turista y responder a sus nuevos comportamientos", explica el consejero, Luciano Alonso.Entre enero y noviembre del año recién terminado los hoteles andaluces registraron 42,2 millones de estancias, apenas un 1,2% menos que en 2007, ejercicio que, como recuerda el consejero, fue el mejor de la historia, con lo que se puede considerar que el dato es "buenísimo" en medio de la tempestad. El descenso fue algo más elevado en el número de viajeros alojados, 2,6%, para un total de 14,9 millones de clientes. El movimiento hotelero en ese período menguó en todas las provincias excepto en Málaga, el destino predominante de Andalucía, que concentra el 40% de la actividad en la comunidad autónoma y que registró un aumento significativo del 2%. Más moderado fue el aumento de Almería, 0,6%. En el lado opuesto se sitúa Jaén, la provincia andaluza con menos peso turístico, que perdió el 12% de las estancias producidas en 2007.

El problema es que en noviembre, primer mes de la temporada baja, se produjo una caída abrupta de las estancias, nada menos que del 11,7%, que fueron mucho más acusadas en Almería y Jaén, donde superaron el 20%, mientras que en Sevilla cayeron un 18% y en Cádiz un 17%. Sólo Huelva ofreció en noviembre datos positivos, con un aumento de las pernoctaciones hoteleras del 5,1%. "Es un invierno tremendamente duro y muy preocupante", lamenta el presidente de la patronal hotelera andaluza, Miguel Sánchez, quien comparte con la Administración autonómica la imposibilidad de establecer previsiones fiables, y también la confianza en que la cosa no irá a peor. "Hay una incertidumbre muy grande, esperamos que en primavera la situación comience a mejorar y entrar en unos números similares a lo de los años anteriores", insiste. Sánchez reclama medidas "muy serias" para combatir la estacionalidad porque advierte de que si no se corrige, "la cuenta de resultados de las empresas hoteleras se va a ver muy afectada". Sánchez vuelve a plantear la diversificación de segmentos y la apuesta por incorporar a la promoción turística también la comercialización.

De momento las empresas hoteleras resisten la situación con solvencia y, aunque en los últimos meses ha habido noticias de despidos y pérdida de empleo en algunos establecimientos, se trata en todos los casos de alojamientos pertenecientes a grupos inmobiliarios que tienen la actividad hotelera como un complemento y no como dedicación principal o que ya arrastraban dificultades desde años atrás.

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De los datos de afluencia turística, estancia media y gasto diario de bolsillo del Instituto de Estadística de Andalucía (IEA) se desprende que el volumen de ingresos por el consumo que los viajeros hacen en destino aumentó de forma considerable en los tres primeros trimestres de 2008. Se estima que en esos nueve meses los turistas llegados a Andalucía gastaron en restaurantes, compras y ocio 10.937 millones de euros, un 9,4% más que en el mismo periodo de 2007. Según el IEA, Andalucía recibió entre enero y septiembre sumando todos los medios de alojamiento y no sólo los hoteleros 20.693.372 turistas, 20.600 más que en 2007, esto es, un incremento del 0,1%.

La gerente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Ana Gómez, vaticina que el principal destino andaluz se va a mantener a lo largo de 2009, aunque el primer trimestre pueda indicar lo contrario. Gómez, que también apuesta como la patronal por unir comercialización y promoción para que las campañas sean más eficientes y rentables, se resiste a dar previsiones precisas sobre indicadores de la actividad, pero sí aporta algunos datos en los que sustenta su optimismo, y uno de ellos es que las compañías aéreas no han previsto para la Costa del Sol las reducciones que sí han aplicado en otros destinos europeos para 2009. "Hay 700.000 británicos que viven aquí, y eso nos beneficia tremendamente", dice. El tráfico aéreo de pasajeros británicos e irlandeses en el aeropuerto de Málaga creció un 1,4% en los primeros nueve meses del 2008, con más de 2,3 millones de pasajeros. Gómez argumenta además otras ventajas competitivas de la Costa del Sol como el AVE o que el 60% de las plazas hoteleras sean en hoteles de cuatro y cinco estrellas.

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