Villahermosa organiza batidas contra los perros que matan ovejas

La Unió exige acciones a Agricultura para acabar con los ataques

Un grupo de perros asilvestrados, según algunos testigos compuesto por tan solo dos canes, está provocando el pánico entre los ganaderos de la comarca del Alto Mijares en Castellón y, en concreto, en Villahermosa del Río, donde se han producido todos los ataques. En la zona existe una cabaña ganadera de 7.000 animales y una baja densidad de población, con montes escarpados, lo que dificulta la localización y captura de estos perros salvajes, contra los que la Unió de Llauradors insta a Agricultura a actuar.

Desde el pasado 19 de diciembre, los rebaños de varios ganaderos han sufrido at...

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Un grupo de perros asilvestrados, según algunos testigos compuesto por tan solo dos canes, está provocando el pánico entre los ganaderos de la comarca del Alto Mijares en Castellón y, en concreto, en Villahermosa del Río, donde se han producido todos los ataques. En la zona existe una cabaña ganadera de 7.000 animales y una baja densidad de población, con montes escarpados, lo que dificulta la localización y captura de estos perros salvajes, contra los que la Unió de Llauradors insta a Agricultura a actuar.

Desde el pasado 19 de diciembre, los rebaños de varios ganaderos han sufrido ataques que se han traducido en la muerte de casi 400 ovejas. El procedimiento empleado por esta jauría es siempre el mismo, según relatan los afectados. Entran en los corrales y muerden y acosan a las ovejas, que se agolpan en alguna de las esquinas y acaban muriendo por asfixia, pánico y aplastamiento. "No matan por comer y son muy inteligentes", afirma apesadumbrado Joaquín Martín, un pastor que tenía un rebaño de un millar de animales y a quien los perros le han matado 361 ovejas en dos ataques. Martín llegó a ver lo que creyó que eran "perros de caza de un color blanco sucio con mucho pelo" en el primer ataque, que tuvo lugar en diciembre, y que se saldó con la pérdida de 121 cabezas de ganado.

Los perros visitaron durante los días siguientes los rebaños de otros dos pastores y causaron una decena de muertes más. Martín decidió entonces colocar jaulas trampa y hacer guardia de noche. Varias noches durmió en los corrales, pero "no hubo ni rastro" de los cánidos. La pasada Nochevieja dejó a su rebaño y se marchó a celebrar con su familia. A la mañana siguiente otras 240 ovejas habían sido víctimas de otro ataque. El ganadero asegura sentirse "desprotegido" y calcula pérdidas de 40.000 euros.

Después del primer incidente, la Unió de Llauradors pidió por carta a la Consejería de Agricultura que permita batidas de caza para abatir a estos animales. Sin embargo, según el secretario general de la organización agraria y ganadera, Josep Botella, Agricultura aún no ha contestado.

Vecinos de Villahermosa, bomberos y agentes del Seprona de la Guardia Civil patrullan la zona, pero no han tenido éxito. Según el alcalde, Luis Rubio, la notable extensión del término, así como lo abrupto del terreno "hacen muy difícil" la localización de estos canes. Desde la Unió insisten en que se trata de "perros de caza asilvestrados". Animales que se han escapado o perdido en una cacería, o que han sido abandonados porque ya no servían para la práctica cinegética, "en una actitud absolutamente irresponsable". Botella pide "interés máximo" a la Administración para resolver el problema y advierte que los perros pueden atacar a personas.

Ovejas muertas tras uno de los ataques de la jauría de perros en Villahermosa del Río.
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