"Un trozo de carbón por tu mala gestión"

Esperanza Aguirre e Ignacio González, caricaturizados como botellas de agua.

Parecía que la cosa ya se acababa. Sólo quedaba el trámite de la votación, después de un debate soso y corto. Los diputados, ahora sí, miraban al frente para ver que tenían que votar. El año estaba finiquitado. Fue entonces cuando unos silbidos y unas pancartas empezaron a volar por la cámara. 14 invitados, que se sientan en una tribuna, encima del hemiciclo, estaban en rebelión contra la privatización de la empresa pública de aguas. "¡El Canal no se vende!", gritaban y abucheaban a los presentes en la sala, mientras les lanzaban sus particulares tarjetas navideñas. Una felicitación con la i...

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Parecía que la cosa ya se acababa. Sólo quedaba el trámite de la votación, después de un debate soso y corto. Los diputados, ahora sí, miraban al frente para ver que tenían que votar. El año estaba finiquitado. Fue entonces cuando unos silbidos y unas pancartas empezaron a volar por la cámara. 14 invitados, que se sientan en una tribuna, encima del hemiciclo, estaban en rebelión contra la privatización de la empresa pública de aguas. "¡El Canal no se vende!", gritaban y abucheaban a los presentes en la sala, mientras les lanzaban sus particulares tarjetas navideñas. Una felicitación con la ilustración de dos botellas, una de "Agua Mineral Ignacio González", y la otra, de "Agua Mineral Espe, espe, especulacion". Coronadas cada una con la cabeza de la persona que daba nombre a la marca de botellas. En la otra cara de la tarjeta, una carta de reyes con tres regalos: "un trozo de carbón por tu mala gestión, una botella de agua del CYII [el Canal] para que saborees las ventajas del 'agua pública' y unas gotas de humildad y honestidad".

"¡Por favor, abandonen las tribunas!", repitió hasta cuatro veces la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez. "Cuando se viene a esta cámara hay que mantener el orden", les reprochó. Al final, los rebeldes entraron en razón y se fueron de la sala, tranquilamente, igual que habían venido.

Se trataba de sindicalistas de CC OO del Canal de Isabel II y de miembros de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM). "Es una vergüenza entrar en la casa del pueblo. Nos han quitado hasta las pegatinas antes de entrar", se quejó una portavoz de CC OO. "¡Venimos a montar el pollo porque nos están esquilmado", subrayó Francisco Caño de la FRAVM. Y añadió que los vecinos de Madrid han elegido a este Gobierno "para que lo gestione bien, no para que lo venda (el Canal) a bajo precio a conocidos, amigos o capitalistas".

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