NO FUNCIONA

Pobres peatones

M. B. es vecina de la calle de Sèneca, en el distrito de Gràcia, en Barcelona. ¿Una ventaja? En su carta de queja ella misma dice que eso es "muy relativo". Explica: "Los coches aparcan a sus anchas (el propietario de un bar lo aparca cada noche que abre el negocio, entre las 20.00 y las tres de la madrugada), las motos van y vienen contra dirección y a toda pastilla, y las jardineras (en estado lamentable) que bloquean, en teoría, la circulación, se apartan cuando el Ayuntamiento lo cree conveniente. Los cochecitos del BCN Neta aparcan sin apagar el motor para tomarse un receso. Según se mire...

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M. B. es vecina de la calle de Sèneca, en el distrito de Gràcia, en Barcelona. ¿Una ventaja? En su carta de queja ella misma dice que eso es "muy relativo". Explica: "Los coches aparcan a sus anchas (el propietario de un bar lo aparca cada noche que abre el negocio, entre las 20.00 y las tres de la madrugada), las motos van y vienen contra dirección y a toda pastilla, y las jardineras (en estado lamentable) que bloquean, en teoría, la circulación, se apartan cuando el Ayuntamiento lo cree conveniente. Los cochecitos del BCN Neta aparcan sin apagar el motor para tomarse un receso. Según se mire, tenemos más ruido ahora que cuando los coches circulaban libremente".

No acaba ahí: "Hay quien aprovecha, sobre todo de noche, para tomarse sus copas en la calle o para orinar porque se trata, en teoría, de un tipo de calle más resguardada".

¿Qué hacer? "Llamar a la Guardia Urbana no sirve. De hecho ellos mismos nos han dicho que, a menos que tengan un montón de denuncias, no se activa nada. Un agente nos dijo literalmente que ese tipo de infracción o llega a los juzgados o no prospera adecuadamente".

No es la primera vez que hay quejas sobre esta calle, pero fuentes del distrito aseguran que allí no se ha presentado queja alguna. Como sea que los vecinos se han quejado a la Guardia Urbana, habrá que concluir que hay poca comunicación entre los guardias y el concejal. No es la primera vez que una institución pública se pregunta por qué las quejas llegan a los diarios y no a las instancias oficiales. Varios lectores han dado la misma respuesta: la Administración es juez y parte. Es decir, no se fían en absoluto de los administradores. Y es que la confianza hay que ganarla con actuaciones. El portavoz del distrito de Gràcia dice que se hará lo que se pueda. No quiso poner fecha.

Para quejas sobre las administraciones y empresa públicas pueden dirigirse a catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.

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